AÑO 18

NUMERO 61629

Novela

Año: 5

Número: 312

¡ULTIMO MOMENTO! ¿QUE HACE LA SEÑORA EN SUS ÚLTIMOS DÍAS?

ultimo-momento-que-hace-la-senora-en-sus-ultimos-dias
- Señora, con todo respeto, sus súbditos de la tesorería del reino, dicen que han procedido a robar todo lo que estaba programado para el día de la fecha, preguntan si eso es todo o su Graciosa Majestad desea que sigan robando un poco más. 

La señora de todas las señoras había inflado los cachetes en una especie de ejercicio que le recomendaran para ablandar la cara. La alcaldesa se rascó la panza, cubierta con una calza amarilla sostenida por una faja negra con flecos verdes. 

-¿Han terminado de robar? ¿Dice usted que ya han terminado de robar? ¡Tiene noción de lo que está diciendo! ¡De robar nunca se termina del todo, señor mío!

El edecán se había puesto de rodillas en señal de respeto y miraba el suelo donde un trozo de mixto de salame y queso descanzaba sobre el parquet.

- Señora, mi coronela, mi reina, tenga en cuenta que yo soy solo un mensajero. 

-¡Mensajero de quién, si se puede saber!

Los edecanes, pajes y esclavos que se encontraban en la habitación se sobresaltaron con los gritos de la señora. Uno de ellos le acercó una medida de hoover en un vaso con pajita. 

- Debo decirle gran señora que soy mensajero del señor doctor Gabriel Chapatín quién en este momento se encuentra embolsando unos pesos que llegaron a esta casa blanca por patentes y otras coparticipaciones.

-¡Digale al abogado Chapatín que me extraña que un profesional del afano como él ande mandando mensajeros para preguntar cuando deja de afanar! ¡De afanar no se deja nunca, nunca, jamás!

La Intendenta estaba roja como un tomate, no se sabe si por el enojo o por los efectos del "lorito" que estaba libando con pajita. 

- ¡Y ahora le ordeno -gritó la alcaldesa de pronto- que se ponga de inmediato a robar antes que los raje a todos! ¿Para qué fuimos elegidos por el Pueblo? ¡Acaso creen que fuimos elegidos para gobernar! ¡Ja, ja, ja, miren como me río! ¿Quien carajo en este pueblo pensaba que íbamos a gobernar? ¿No dijimos desde el principio que íbamos a cambiar? ¡Y qué estamos haciendo, cambiando plata por papeles! ¡Estamos cumpliendo con el mandato del pueblo!

La Intendenta se había parado sobre la mesa de trabajo y gritaba a más no poder inquietando a los presentes, que se ufanaron por cerrar los ventanales. 

- ¡Y ahora váyanse todos! ¡Póngase todo el mundo a robar de inmediato! 

Los que allí estaban -menos el mozo que portaba bandeja y jarra con batido de Gancia- se retiraron presurosos en dirección de sus respectivos destinos dentro del Municipio. Acto seguido la señora se bajó de la mesa, se sopló el flequillo y espichando un sorbo del batido, habló y dijo: 

-¡Con Gancia robar es más fácil! ¡Viva el afano!

- A propósito señora -dijo el mozo tímidamente mientras le llenaba el vaso a la primera dama- ¿es cierto eso de que el choreo no termina nunca?

- En realidad, antes dejábamos de afanar cuando dormíamos, pero, nos avivamos y ahora hacemos turnos rotativos. 

La jornada se extinguía en la Muniblanca. Arriba la señora descansaba en su silla mientras el peluquero del reino le colocaba los ruleros, mientras que abajo, día y noche, casi sin dormir, los lacayos del señor doctor Gabriel Chapatín, embolsaban lo poco que quedaba de los dineros de los contribuyentes.
 
Facebook Twitter Delicious Linked in Reddit MySpace Stumbleupon Digg Whatsapp Enviar por Correo

Imprimir Noticia

El Tiempo
Tiempo Esperanza
Buscar Noticias
Frases Célebres
Los cautos rara vez se equivocan.
Confucio (551-479 a. C.)
Filósofo chino
Cotización del Dólar