Mientras tanto, dicen las lenguas de doble filo,  le hacen llegar a la señora presidenta folletos de la costa atlántica, las sierras de Córdoba y hasta -dicen que dicen- han aparecido en el bunker demoprogresista extrañas y lujosas misivas anunciando premios con días y noches maravillosas en el Caribe adjudicados sin costo alguno, todo pago, con cruceros lujosísimos a nombre de la señora que ocupa el más alto estrado en el Concejo Municipal. Pero sus asesores, cual celosos guardianes, desconfían y se los ve olfateando las cartas como porfiados sabuesos para luego arrojarlas al cesto o quemarlas irremediablente. "¡No nos iremos de vacaciones a ninguna parte!", dicen que se escuchó gritar al asesor prusiano del bloque pedepete.

-"¡Sufrirán el calor reinante como castigo a sus desplantes!". Recitaba un demócrata del MEL en rima tonante. 
Mientras tanto nuestro Intendente sueña que te sueña en las noches, con las cristalinas aguas de los arroyitos de Cabalango y se despierta empapado y trémulo de frustración bajo el ventilador de techo.  Cuentan las vecinas que barren las veredas al amanecer en las cercanías de la calle Alberdi, donde le levanta la casa del hombre, que se lo ha visto pasar hablando solo, balbucendo frases como esta: "Nunca se irá, nunca...para colmo con este solazo. "¡Egoísta!  "¿Qué le hace tomarse unos días...?".  (Alerta Meyeban y Mendo que anda la tremenda bola que los radicales  están maquillando al senafacha para hacerlo pasar por Caponino, por eso,  el senador volvió de urgencia de sus vacaciones, ojo al piojo, que hoy en día hay unos maquilladores bárbaros.)