Hundida en sus cavilaciones encontrábase la señora Mamá Juniors, madre argentina, única pachamama de la Suiza de las Pampas, asistida por sus edecanes, entre ellos el primero a quien llaman "Beto" San Peso yerno y señor de la caja chica, quién procedía a colocarle los ruleros con prudente esmero, en eso estaba Su Esplendencia cuando vino a interrumpir tan tierna escena el Doctor Gabriel Chapatín entrando con paso seguro al salón de los tejemanejes mientras los esclavos de la categoría 19 se echaban al piso en señal de reverencia y respeto.
- Señora –dijo el abogado loco de contento- ya hemos elaborado la propuesta para resolver todos nuestros problemas financieros de aquí al final de su excelso mandato.
Al escuchar la sentencia que el asesor estrella expresó a viva voz los presentes aplaudieron y entonces el leguleyo inclinó la cabeza agradeciendo la aclamación.
-Qué es lo que dice usted señor Chapatín, escuché mal o dijo que posee la forma de taparle la boca a los cosos el Sur, devolver la plata que hemos pedido prestada a las Cajas Municipales y a las escuelas, pagar a nuestros feroces acreedores y continuar con las cloacas....
- ¡Así es gran señora! ¡Usted lo ha dicho!
El abogado asintió con un zapateo y una gran inclinación mientras todos los esclavos categoría 19 volvían a aplaudir.
-¿Pero que hizo, queé inventó ahora, doctor? –exclamó con grandes ademanes Mamá Juniors- ¿Acaso vendió por bronce el monumento a la agricultura? ¿O tal vez loteó la plaza San Martín? ¡Ya sé, vendió por campo virgen el Parquecito a los sembradores de soja!
- Son todas muy buenas ideas señora y las analizaré para el futuro, pero no se trata de eso, mi imaginación no llegó a tanto...
-No me diga que encontró el tesoro de Aarón Castellanos ...
- ¡Ojalá! – dijo el arcángel Gabriel secándose las comisuras de los labios- Pero de haberlo encontrado, tenga la seguridad Gran Señora que me hubiera guardado el secreto para mí, usted sabe que no es mi fuerte la generosidad...
- Usted me intriga Doctor Chapatín, hable de una vez que me muero de curiosidad –exclamó la señora con su cándida inocencia -
Fue entonces cuando el jurisconsulto hizo unos pasos por el salón para crear expectativa, enseguida saltó sobre el escritorio y en el colmo del suspenso, ante la audiencia estupefacta, habló con su habitual tono psicodélico.
- Señora –dijo el tipo poniéndose el dedo en la pera- he llegado a la conclusión de que sin el concurso de la divina Providencia nunca pagaremos lo que debemos...
- ¡Chocolate por la noticia! ¡Eso ya lo sabemos! –dijo la alcaldesa- ¿Adonde quiere llegar?
-Quiero decir que si no establecemos una comunicación con el Cielo, los santos y todos sus habitantes jamás juntaremos la plata suficiente para que los leones nos dejen dormir tranquilos.
A esta altura del asunto el abogado se había puesto de rodillas y con los dedos índice y pulgar de las dos manos simulaba un círculo que colocó sobre su cabeza a la manera de una coronita
- ¡Señor Chapatín! ¡Juicio por favor! ¡Bájese de ahí hombre! ¿Se puede saber cómo haremos para comunicarnos con Dios y todos los santos del cielo...?
- ¡La Providencia divina quiere ayudarnos, Gran Señora, lo que pasa es que no tiene la forma, no sabe como, tenemos que preparar el camino para obtener la ayuda que necesitamos...!
- ¿Y cómo se hace eso señor Chapatín?
- Jugando al QUINI Seis, señora...
La Señora alcaldesa cerró y abrió los ojos varias veces para cerciorarse de que estaba despierta. Inmediatamente se mandó al buche un trago de anís "8 hermanos" y, soplándose el flequillo, ordenó a su edecán de turno que la apantalle con una copia de la ordenanza que obliga a constituir el Fondo para los inundados.
-¿Y con qué fondos jugaríamos Doctor Chapatín?
- Con los fondos del Municipio por supuesto.
- Son solo cuatro pesos doctor, podríamos hacer una "vaquita" con todo el gabinete.
-¡De ninguna manera señora! ¡Cuatro pesos hoy, cuatro pesos mañana, no tenemos por qué gastar nuestros dineros privados en bien de la comunidad..!
- ¿Y a qué cuenta imputaríamos el gasto, doctor?
- A la cuenta de "Utilidades diferidas y a distribuir en el año verde", señora ..
- ¿Qué día es hoy, doctor?
- Miércoles señora.
- Muy bien, aquí tiene la orden de pago, vaya y juegue....
- ¡Abramos los caminos para que la Providencia pueda ayudarnos!
Acto seguido se abrieron los portales, los trompetistas de la Banda Municipal tocaron los compases de la Marcha a los primeros colonizadores de La Suiza de las Pampas, mientras tanto, a paso de procesión, el asesor estrella, señor doctor Gabriel Chapatín salía por el foro dejando a su paso el aroma de su colonia "Brisas de Venado Tuerto" y se perdía por las escaleras envuelto en una aureola de misterioso misticismo.