Una jugada riesgosa es la que ha emprendido la señora con sus candidatos Miquere y Elena porque de la cantidad de votos que puedan arrimar y consiga Rossi en la ciudad dependerá la buena o mala relación con la gran alcancía nacional que tenga en el futuro el gobierno Meiners. Hubo reuniones ultrasecretas de los operadores locales liderados por Albarracín para organizar las redes que pescarán sufragios para el "chivo". Por supuesto que las figuras fundamentales para la atracción de los votos son los candidatos Miquere y Elena que podrán evaluar, luego del recuento cuanto los quiere y los admira la ciudad de Pedroni.

Miquere se encuentra en la cornisa porque es conciente que si lo identifican con la Intendenta (a quién le debe algunos favores) tiene casi todos los números para perder la elección. Está entre la espada y la pared, no puede despegar, porque para hacerlo debería dar una declaración violenta y nadie cree que se anime a eso, además arriesgaría algunas de las dádivas que consiguió; Elena en cambio está fuera de combate antes de empezar porque no se lo registra como habitante de la ciudad. Elena es un extraño y acá no se vota a los extraños, menos los peronistas, que consideran una falta de respeto para los viejos militantes que aparezca como candidato un paracaidista.

Así están las cosas. La señora y su gabinete se presentaron en el acto de Miquere. Eso fue contraproducente pero no se podía decir que se retiraran. Muchos votos de Miquere se fueron merced a la visita de los miembros del gobierno que tienen amplio rechazo entre la gente y entre los afiliados peronistas.

Carrizo es único que ha despegado de la guadaña que espera a Meiners y a todo el que esté cerca. En el acto de lanzamiento de Carrizo estará Roxana Latorre pero pondrá algunos custodios en la puerta para impedir la entrada de Meiners y su séquito. Carrizo debe cuidar la única carta de triunfo que tiene que es haberse despegado a tiempo de la alcaldesa y el rejuntado.