AÑO 18

NUMERO 61629

Política

Año: 3

Número: 166

LOS TRES PERONISMOS LOCALES EN MEDIO DE UN GOBIERNO "BERRETA"

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Usted se preguntará por qué la señora Meiners sigue adelante con su karma, tal vez ya no le cabe otra, tal vez le han hecho creer que habiendo pasado un año, tirar la toalla, sería poco menos que un escarnio para el apellido que ostenta y hasta una maldición para las generaciones venideras. Pero igual, todos sabemos que a esta altura se hace difícil saber para que lado va a doblar la Dama Rubia, así como tampoco parece que tuviera las ideas más claras que las que acaban de susurrarle al oído. Eso agregado a la existencia de un oficialismo resquebrajado, hace la vida cotidiana poco menos que imposible de sobrellevar. Lo único que se dice por ahí es que no hay un justicialismo unívoco sino, al menos, tres.

En primer lugar el de los "incondicionales", el de los amigotes, el de los parientes que nadan en la abundancia y sueñan con fondos públicos para mil años. Que la pasan bomba aunque eso signifique decirle todo que sí a la señora, lo cual exige cierta destreza porque nunca se sabe con qué va a salir.

Hay un segundo peronismo, al que también le va bien, pero no tanto. Es el de los convencidos, pero menos. Igual, cierra los ojos cuando hay que cerrarlos y levanta la mano cuando hay que levantarla, lo que tiene que ver con su frágil condición laboral, con que la venían pasando muy mal y que ahora se llevan una buena porción de los fondos públicos. Son los que no terminaron de pagar la casita, la pileta o tienen que responder a las exigencias de alguna que otra señorita. Vale decir que estos siguen siendo oficialistas solo porque aún no les ha llegado el tiempo de la rebeldía.

Y hay un tercer grupo al que le va decididamente mal, porque ni siquiera pueden hablar o, mejor dicho, no los escuchan. Este grupo está integrado por los que vienen de otro gallinero, pero, asimismo por tipos que llegaron a la militancia por la vía del idealismo juvenil, que no necesitan un vaso para escribir la letra "o", que son capaces de opinar y dar la cara, pero cuya rebeldía se ve estrujada por el mandato que viene del más allá de no sacar los pies del plato. Por eso de tanto aguantarse albarracinadas y berteradas, se les cae el pelo, se resfrían a menudo y lo que comen se les queda en la boca del estómago. La pregunta que también se debe estar haciendo Meiners es ¿hasta cuándo?. Hasta cuando aguantarán estos "compañeros" y la gente la parodia de esta gestión "berreta", que no gobierna, solo imita todos los gestos de un gobierno, grotescamente, como si estuviera dentro de una fenomenal obra de teatro donde la parodia es lo principal. "Hace como que limpia", "hace como qué se ocupa de los barrios", "hace como qué gestiona", "hace como qué gobierna..." "Tira bombas", "invierte en el circuito Los Toboganes", "Se pelea con la gente", "Se pelean entre ellos", en fin, lo único interesante de todo este despropósito es que la actual gestión quedará en la historia como una "cosa" (porque esto no es un gobierno es una "cosa") nunca vista, digna de ser recordada y cuidadosamente guardada en el Museo de las "cosas" que jamás se deben repetir.
 
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