Es casi ridículo. ¿Una cosa que nadie advirtió?. ¿Una sacudida que hace retornar a más de uno a la realidad? Lo que nadie puede negar es que con un pequeño ejemplo lleno de sentido común se puede entender la realidad política de esta ciudad.

Alguien nos recordó que en el Concejo todavía subsiste pendiente de solución el acuerdo que marca la dirección de la calle San Martín. Y la gente se pregunta... ¿Si no son capaces de dar rápida respuesta a la simple dirección de una calle como van a hacer para darle una dirección al gobierno?

Todos se han contagiado de la parálisis o tal vez el mismo Concejo Deliberante (con la inapreciable colaboración de la señorita Copes) ya estaba paralizado y ahora con el Poder Ejecutivo (para darle un nombre) inactivo hasta el hartazgo se nota más porque la ciudad se ha detenido en el tiempo y en el espacio. ¿Se nota cuando una ciudad se detiene? Sí, se nota.

En la bronca de la gente se nota que la ciudad está detenida en el tiempo. Los funcionarios que todavía se presentan en público aparecen como avergonzados y no es para menos, luego de un año de gestión, la ciudad está sucia, abandonada, desamparada y perseguida por una tropa de inspectores que exigen lo que muchos no pueden comprar.
¿Cual es la respuesta del gobierno al sacrificio de la gente que no dice nada a pesar de la persecuta y la falta de servicios? El gobierno responde con la NADA. Nada de plata, nada de servicios, nada de promoción social, nada de nada. Y la frutilla del postre la cantidad de proyectos que tienen los "representantes del pueblo" en el Concejo que exigen tratamiento y no lo tienen.

Tiene razón el Presidente del Cicae: "NO SE PONEN DE ACUERDO PARA SOLUCIONAR EL SENTIDO DE LA CALLE SAN MARTIN". Patético y verdadero, porque es cierto NO SE PONEN DE ACUERDO. Y para colmo contestan los concejales justicialistas que "ellos no tienen la culpa de que no se trate el asunto de la dirección de la calle en cuestión". Patético, se disculpan dándole la razón al reclamo porque no se ponen de acuerdo en "el tratamiento del proyecto", o sea, que todavía es peor. ¿Cómo hace una ciudad para continuar su camino con estos obstáculos que rayan con la estupidez? Muy fácil, no avanza, se paraliza. ¿No es eso lo que le pasa a Esperanza, acaso?