Chiste universitario con profesor conocidísimo.
En uno de los cursos que se dictan en la Facultad de Veterinaria y en una de las clases cuyo titular era el Dr. Garnero, éste llevó, a título ilustrativo, un ejemplar de yarará bastante voluminosa. En esa ocasión los estudiantes se arrimaron a la jaula y en completo silencio observaron como el reptil se alimentaba.
-La verdad, -Dicen que dijo Garnero- siento envidia de la víbora, jamás la clase me ha prestado semejante atención...
A lo que un alumno salteño, cautivado por la escena, respondió de una manera muy natural.
-Yo le prestaría la misma atención y más también, si fuera usted capaz de tragarse un ratón, profesor.