Escuchamos por ahí que al Intendente (por hache o por be) no le alcanza la guita y, por lo tanto, no puede hacer lo que quiere hacer. Si el que lee piensa que se trata de una justificación lisa y llana, no le quepa duda que tiene razón. El único asunto es que el Municipio, por obra y gracia de sus concejales, nos termina de aplicar un tremendo aumento de tasas que hizo temblar bolsillos propios y ajenos. Es posible (no se puede asegurar) que la gente o, mejor dicho, una porción de la ciudadanía haya optado por entrar en mora, obligada por la angustiante situación que se vive por razones de público conocimiento. Malaria que le dicen. Ahora, hablando en serio, no se quienes serán los asesores del Intendente, pero, visto y considerando que se trata de un equipo que está de vuelta, porque ya estuvo, no se entiende por qué se tiraron de golpe con los tapones de punta a aumentarle los impuestos a la gente que hoy día no odia al gobierno pero no quiere ni que se lo nombren.