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Política

Año: 13

Número: 602

Cultura municipal y CULTURA en serio

Cultura municipal y CULTURA en serio

La burocracia es mortal para la cultura. Los gobiernos municipales (generalmente) caen en el vicio de meter todo en la misma bolsa, organizan un sistema para cobrar multas, para pagar y limpiar las calles, y meten también a la cultura dentro de ese embrollo. Decimos esto porque consideramos al Municipio fundamental para el desarrollo y crecimiento de la cultura de la ciudad. Sin apoyo municipal los gestores culturales privados se debaten en una lucha despareja, en la cual, la falta de recursos, resulta ser una carga demasiado pesada que conspira contra la subsistencia.  En nuestra ciudad ese conflicto es actual y estamos a tiempo para resolverlo con éxito. Para eso es fundamental desterrar la mentalidad burocrática de la gestión cultural. 

Definir la cultura
Es necesario definir la cultura, no es lo mismo cantar en un coro que cantar los números de la quiniela. Para algunos funcionarios Cultura es tocar el violín. No definir los conceptos nos dispersa. Una definición amplia es la que contempla dentro de la cultura a "todos los oficios y trabajos que llevan a elevar espiritualmente a un pueblo". Un ingrediente crucial es la convicción y la pasión de los actores culturales, el apoyo oficial a los proyectos que vayan a la par del objetivo y la permanencia de una política en el tiempo. Sin ese marco mínimo los esfuerzos se dispersan. Una prueba son los numeroso intentos privados que se desarrollan en la ciudad donde el papel del Municipio está siendo reemplazado por filántropos o el simple esfuerzo de algunos ciudadanos que comprometen su patrimonio en el servicio. 

El Municipio ausente agrava la situación
Cuando el municipio no tiene plan cultural comete errores. En nuestra ciudad esos errores son graves porque atrasan y frustran a aquellos que trabajan por la cultura. El teatro tiene presencia gracias a los esfuerzos privados. La música, la pintura y otras artes subsisten en los hogares fuera de la convocatoria oficial. Algunos círculos cerrados se animan a exponer pero su relevancia es menor y muchas veces de calidad escolar. La realidad es que los que se dedican con cierta permanencia deben arreglarse solos. Los conjuntos musicales surgidos de la población no reciben apoyo alguno. El Municipio exhibe como trabajo cultural la oferta académica del Liceo Municipal, pero, si abandona a los emprendedores, todo termina en brindar una cierta información que se frustra cuando es llamada a mostrar su eficacia.  

Coordinar y apoyar financieramente a los gestores culturales.
El presupuesto, tan reclamado por la Intendenta, finalmente no se respeta. Hay partidas que se gastan mal. Se supone que se gastan millones en el año con una ineficacia mortal. No está mal ofrecer al público local trabajos (muchos muy buenos) que llegan de otras ciudades, pero, nuestra obligación y, de la gestión municipal de turno, es producir nuestros propios proyectos culturales. Hasta ahora solo se ha subestimado a la cultura a tal punto que no hay plan cultural y por lo tanto no se sabe hacia donde vamos. En el supuesto caso de que la gestión Meiners se decidiera a financiar proyectos culturales, no sabría a cual de ellos entregarle dinero.