Dos hermosas mujeres caminaban por la calle Sarmiento a la altura de "Media Cuadra" cuando de pronto y en el medio de la vereda aparece un sapo que llama la atención de las dos minas y les dice:
-¡Oh hermosísimas damas, por favor, préstenme atención!
- ¡Oh -dijo una de las chicas- un batracio que habla...!
- Por favor niñas, -siguió el sapo- deben besarme para que se termine el encantamiento que me tiene cautivo en esta odiosa forma, con un ósculo de una de ustedes me convertiré de inmediato en un próspero empresario de la construcción, capo de una empresa familiar de extraordinario éxito en la zona...
Por un momento las dos hermosas mujeres quedaron paralizadas merced a semejante aparición, para colmo el bicho anfibio hablaba con la soltura e inteligencia de un humano. Al cabo de unos segundos una de las damas pareció reaccionar, se agachó y cuando parecía que iba a zamparle un beso al saurio lo levantó y lo guardó rápidamente en su bolso ante la mirada inquisidora de la otra.
-¿Qué hacés nena? -preguntó la chica- ¿No lo vas a besar para que se termine el martirio del pobre empresario de la construcción?
-¿Estás loca... con un empresario de la construcción no sabés lo que puede pasar! ¡En cambio con un sapo que habla nos hacemos millonarias!!!