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Novela

Año: 12

Número: 568

LA NOVELA MUNICIPAL. CIENTO POR CIENTO PARA REYES.

LA NOVELA MUNICIPAL. CIENTO POR CIENTO PARA REYES.

La función pública es un sacerdocio y, a veces, el bien común, exige sacrificios que no todos los Intendentes están dispuestos a realizar.

"El señor Concejal Camissi ha declarado que solo permitirá el tratamiento del presupuesto antes de fin de año si su graciosa majestad, el morocho secretario Luciano Anza, se lo solicita en persona"  -dijo gravemente el Tenedor de Libros Alfonso Gómez haciendo una reverencia frente a la alcaldesa.
- ¿Y cual es el problema, Gómez, acaso cree usted que al negro se le oxida el abolengo por el hecho pedorro de presentase ante ese mocoso?  -dijo la señora mientras mojaba una medialuna en el café con leche.
- Nunca pensé eso gran señora, lo que pasa es que... -intentó decir Gómez pero fue interrumpido por la entrada violenta del ministro político Anza.
- ¿Qué se se creen estos radicales, que me humillan cuando me hacen cruzar el patio? -dijo el tipo- ¡Mire Gómez, dígale a ese imberbe que ponga hora y lugar, que Luciano Anza, el pardo Anza, se presentará cuando quiera y donde quiera, que joder!
La señora levantó la taza y se mandó un trago largo de café con leche sin dejar de mirar a su Secretario de Gobierno. Se había colocado una servilleta con estampas de globitos de Navidad en el cuello para salvaguardar la blusa estampada con grandes flores rojas y negras en homenaje al ascenso de Colón de Santa Fe. 
- ¿Qué está esperando Gómez? ¡Vaya y dígale a ese ingrato que acepto el desafío! -dijo Anza acomodándose el cinto.
- Es que...
- ¡Es que nada, Gómez, corra, que  necesitamos ese aumento de tasas como el agua!
- Lo que pasa es que hay algo más. -dijo tímidamente Gómez mientras reculaba hacia la puerta.   
- ¡Algo más, que cosa, Gómez, hable y bórrense los dos, che, que estoy ocupada! -dijo la señora tratando de terminar con el asunto.
- El señor Concejal Camissi, dice que solo habilitará el tratamiento del presupuesto y tributaria del año que viene si el excelentísimo Secretario de Gobierno se presenta y se lo solicita.
- ¡Ya sé Gómez, eso ya lo dijo, no soy sorda carajo!
- Es que el señor Concejal y Presidente del bloque radical del Honorable Cuerpo de la calle Lehmann quiere que el Secretario se presente el 6 de enero y deje sus zapatos de charol en la ventana del Concejo.
La señora se abanicó enérgicamente para refrescarse, con el plano de los badenes de la plaza. Gómez ya tenía la mano sobre la manija de la puerta.
- Espere Gómez, no se vaya -dijo de pronto la alcaldesa con sugestiva calma- ¿Cómo le dijo el fulano Cammisi?
- Que solo dará tratamiento al presupuesto del año que viene si el señor Secretario Anza se presenta el día de reyes disfrazado como el negro Baltazar. - Dijo Gómez, el tenedor de libros, quién escupió las últimas palabras con una velocidad increíble mientras abría la puerta y desaparecía del recinto.
- ¡Jua, jua, jua! Qué ocurrencia, che, estos radicales no tienen perdón de Dios, mire si yo, justamente yo, Secretario Político de la ciudad voy a hacer el papelón de presentarme disfrazado para que todos se me caguen de risa, que bárbaro, jua, jua, jua. -Dijo el pardo Anza buscando la complicidad de su jefa.
La señora se puso de pie y caminó lentamente hacia los ventanales. De espaldas como estaba y mirando en dirección de la plaza habló y dijo:
- No se olvide de dejar los zapatos en la ventana del Concejo, che.