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Novela

Año: 12

Número: 566

LA NOVELA MUNICIPAL. HOY: EL BONAZO DE FIN DE AÑO

LA NOVELA MUNICIPAL. HOY: EL BONAZO DE FIN DE AÑO

La señora alcaldesa venía de una reunión donde autoridades provinciales entregaron dinero a los fundadores del Parque Industrial. Mucho tiempo parada, la primera dama, no veía la hora de sacarse los zapatos. Cuando entró el Tenedor de Libros y secretario de hacienda Gómez al despacho, la alcaldesa tenía los pies en una palangana con agua y sal.
- ¿Qué quiere Gómez?
- Vengo por el asunto del bono, señora.
- ¿Bono? ¿Qué es un bono? -la Intendenta movió los pies en la palangana y Gómez retrocedió unos pasos.
- Se trata del bono de fin de año que reclaman los empleados municipales, señora.
- ¡Y bueno, dale el bono y tomátelas, che, que ahora estoy ocupada ...! -la alcaldesa chapaleó al ritmo de sus palabras y Gómez retrocedió otro poco.
- No se si usted ha entendido, señora,  el famoso bono representa un egreso importante de la caja del Municipio.
- ¿Plata?
- Mucha plata, señora.
- ¿Nosotros tenemos que poner plata para la perrada? -dijo la alcaldesa y sacó una pata de la palangana.
- Para los empleados, señora. -corrigió Gómez.
- ¡Empleados tuyos serán! ¿Y cuánto nos cuesta el bono? -dijo la Intendenta ahora con los dos pies en la palangana.
- Un millón, señora. -dijo Gómez.
- ¿Un millón...? -Una empleada de mantenimiento entró portando una jarra con agua, se acercó a la alcaldesa y llenó la palangana.
- ¡Qué me tirás ahí, che! -se quejó la señora.
- Agua con espadol -dijo la mujer.
- ¿Para el olor a pata? -preguntó la Intendenta.
- Usted no tiene olor a pata, señora -dijo la empleada.
- Ah, bien, a propósito ¿Vos también querés el bono?
- Si, señora.
- Gómez, dale el bono. -dijo la Intendenta.
- Señora, no es tan así la cosa. -dijo Gómez acercándose a la Intendenta para explicarle mejor.
- ¡Dale el bono! -dijo la señora moviendo los pies.
- Me salpicó señora. -dijo el Tenedor de Libros reculando muy contrariado.
- ¿Adonde vas, Gómez?
- Voy a mi domicilio a cambiarme el pantalón. No puedo trabajar así.
- ¿Por qué?
- Me salpicó la bragueta.
-¿Y el bono? -preguntó la empleada de mantenimiento.
- Pedíselo a Bonfatti. -dijo la señora.
-Hay que pagar y terminar con los insultos hacia mi persona -dijo Gómez-
- ¿Qué le dicen, Gómez? -preguntó la señora.
- Me dicen el "bonudo".  -dijo Gómez.
- Ah... -dijo la alcaldesa.