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Ciudad

Año: 11

Número: 547

SI TODO SALE MAL, ALGO PASA (¿QUÉ HACEMOS NOS PONEMOS A LLORAR?)

SI TODO SALE MAL, ALGO PASA (¿QUÉ HACEMOS NOS PONEMOS A LLORAR?)

La ciudad entera contempla las "chambonadas" de Meiners y sus "ministros". El contribuyente piensa: Que alguno de los proyectos tenga dificultades o le salga mal, vaya y pase, pero a esta mujer le sale todo torcido. Esto preocupa, el plan de accesibilidad tiene más de 30% de morosidad, el parque industrial está empantanado, además los edificios que compró se vienen abajo, es para empezar a rezar. La cosa no sería tan grave si la doña se moviera un poco, pero todo en ruinas y cero movimiento, el resultado se puede adivinar.

En defensa de la señora, digamos que le pasa a ella,  le sucede a la mayoría de los esperancinos. Padece la enfermedad del que cree que todo es posible para el que tiene plata o éxito en los negocios. Salga por la calle y preguntele a cuelquiera de los paseantes si se anima a manejar un colectivo y le dirá que "no" que para eso hay que saber. Pero preguntele al mismo tipo si se anima a ser Intendente, al toque le dirá que "sí". "Por qué no puedo ser Intendente si cualquiera es Intendente", piensan todos y cada uno de los contribuyentes desde el más modesto al más erudito.  Lo que pasa es que en esta ciudad no hubo demasiadas complicaciones. Hubo Intendentes que calentaron el sillón y se fueron sin pena ni gloria.  Es lógico que la señora Meiners haya dicho "si este pudo, como no voy a poder yo". Tuvo mala suerte, además son otros tiempos, ya no basta con pararse en el palco el 25 de Mayo y escuchar como toca la banda, tampoco es suficiente tomarse una caña con ruda en el boliche de Lorenzón, ahora la gente exige que se hagan cosas y (para colmo) que las cosas que se hacen se hagan bien. Ültimamente a la Intendenta le sale todo malísimamente mal. Le está haciendo gastar plata a los vecinos en cosas que se hubiesen podido obviar. Le cobra una barbaridad a aquellos que pretenden el pavimento a tal punto que no pueden pagar. Compra taperas insufribles que no arreglará nunca y que quedarán como peso muerto para los que vienen.

El gobierno de Ana Meiners necesita un lavado de cara. Podría aprovechar los sucesos nacionales e imitar a Cristina. Tal vez hacerse operar de cualquier cosa, de la vesícula, pero tomarse un tiempo para pensar y renovar el gabinete, renovar algo, para que la gente renueve la esperanza. Porue hoy todos la critican. Y la critican con razón. Seguir así, cumpliendo las 8 horas para cobrar el sueldo, no tiene sentido. Hasta es un poco inmoral.