www.esperanzanews.com.ar

Cultura

Año: 11

Número: 530

URGE AL MUNICIPIO SOLUCIONAR EL ASUNTO DEL PALACIO STOESSEL.

URGE AL MUNICIPIO SOLUCIONAR EL ASUNTO DEL PALACIO STOESSEL.

La imponente mansión, ubicada en la esquina céntrica de las calles Belgrano y Lehmann se cae a pedazos. En avanzado estado de deterioro y falta de conservación, al borde de ser demolida, aguarda una decisión oficial sobre su destino. La inversión para resolver el problema es muy importante. Se piensa que para poner "en valor" el palacio se necesitarán más de sies millones de pesos.

Los que conocen "los tiempos" de la Intendenta suponen que la histórica casona implosionará antes de que Meiners haga algo. Una señora que parece tener un cocodrilo en el bolsillo (con plata de otro, como sería si fuera propia) no deja muchas espectativas a quienes están interesados en el asunto del emblemático palacio. 

Claro que tarde o temprano esto cae por su propio peso. Los propietarios ya han hecho todo, mejor dicho, no pueden hacer absolutamente nada. No pueden vender porque no hay interesados en comprar una propiedad que no se puede aprovechar económicamente ya que se trata de un monumento histórico. Para un  inversor sería como comprar el monumento de la plaza San martín. De hecho tampoco se puede demoler para aprovechar el terreno. ¿Qué hacen los dueños? ¿Se quedan esperando que el derrumbe aplaste a alguno de los paseantes que transita por la calle Lehmnan? El Municipio por todo lo dicho es responsable de los daños que provoque la situación.  Cada día que pasa,  Meiners, compromete a los contribuyentes por los perjuicios a terceros y sus bienes.

Lo que seguramente será presentado como un logro de Meiners y sus amigos es ni más ni menos que una carga para la ciudad que deberá hacerse cargo del costo de la propiedad y, más oneroso aún,  el impresionante trabajo de restauración. Será plata fuerte y que no se recuperará. Solo tendrá un valor cultural. Recordamos las palabras del "Toto" Bertotti, uno se los últimos propietarios,  cuando decía que sería una pena que con este monumental edificio suceda lo mismo que con el palacio Lehmann.  Ojalá no pase lo mismo. Hubo errores de todos lados, los dueños, desestimaron una oferta del Municipio, que en tiempo de De Pace estaba dispuesto a pagar 3.000 dólares por mes durante 10 años.  Ahora se podrá obtener una cifra infinitamente menor. Todos pierden, según están las cosas en la actualidad. Pero no hay más remedio que terminar con este vergonzante enredo.