La revancha del Superclásico de las Américas entre la Argentina y Brasil fue suspendida este miércoles por la noche por fallas en la iluminación del Estadio Centenario de la Provincia de Chaco.
El árbitro Enrique Osses luego de una reunión con los capitanes y entrenadores de ambos equipos decidió la suspensión definitiva del encuentro.
Cabe recordar que el partido debía haber comenzado a las 22 de ayer pero en el momento en que se entonaban los himnos se produjó un corte de gran parte de la iluminación.
Es de destacar que ante la falta de fechas y compromisos de ambos equipos, es muy difícil que el partido sea reprogramado para más adelante.
El presidente de Colón, Germán Lerche, como representante de la AFA en el estadio aseguró que “el partido fue suspendido luego de evaluar todas las posibilidades” y aclaró que “no se puede jugar mañana porque los jugadores de ambos equipos deben volver a sus clubes, descansar y afrontar los torneos correspondientes”.
Además señaló que “se verá de reprogramarlo para más adelante pero es muy difícil por los compromisos de ambos equipos y la falta de fechas disponibles”.
Finalmente remarcó: “A mí me duele mucho esta situación por las grandes expectativas que había en esta provincia por ver a tantas figuras y de tanta calidad pero así es imposible jugar”.
Por su parte, el árbitro chileno Enrique Osses afirmó: “Tomé la decisión luego de consultar principalmente a los arqueros Jefferson y Ustari, quienes en forma independiente me contestaron que no veían bien”.
Asimismo sostuvo: “Para mí tampoco estaban dadas las condiciones ideales para jugar, se esperó pero ante la continuidad de los problemas decidí suspenderlo”.
Otro que habló fue el entrenador de la escuadra brasileña,
Mano Menezes, quien, aunque valiéndose de un modo educado, se mostró crítico por lo ocurrido.
"Queríamos jugar y estamos muy tristes por no poder hacerlo. Se prepara especialmente un juego como éste y estamos muy decepcionados, creo que del lado argentino debe pasar lo mismo", subrayó el director técnico.
Cuando se lo consultó acerca de quién había tenido la
responsabilidad, eludió el tema: "Son cuestiones técnicas, pero deben prevenirse. No puede ser que dos potencias como Brasil y Argentina se queden sin jugar por un motivo como éste".
E insitió: "Queríamos jugar. No tiene sentido venir de Brasil
y no jugar. No podemos quedarnos para jugar mañana porque debemos respetar a los clubes y devolver a los jugadores".
Finalmente recordó que de niño le pasó algo así, pero en
circunstancias muy diferentes a un choque de la magnitud del superclásico de América.