La señora habla, mejor dicho hablaba, porque hoy ni siquiera eso, no sabe que decir. ¿Qué explicación existe al abandono de las calles, a la falta de atención a los caminos rurales, a los pozos en las calles, los proyectos cajoneados. La siesta sigue y no solo eso, ahora es una siesta silenciosa porque no hay explicación para la nada.