Hoy hay una reunión en el Centro y entre los temas que se tratarán está el más molesto de todos. La lengua suelta de algunos dirigentes que parece creyeron que el CICAE desaparecería sin ellos. Pero parece que algunos miembros de la fuerte institución que cobija a comerciantes e industriales se maneja con aquella vieja teoría de que el "cementerio está lleno de imprescindibles" y le aceptó la renuncia al rubio presidente de la Comisión de Comercio llamado Megevand.
Fiera cosa. Fiera cosa cuando se tiene un recule semejante porque el puesto daba chapa y la chapa es ideal para candidatearse ¿viste...? "¡Qué carajo hacemos ahora! ¡Nosotros teníamos un puesto de lucha importantísimo en esa comisión del CICAE! ¡Usted Megevand sabe lo que hizo! ¿Tiene conciencia de la macana que se mandó, che...?" Nos imaginamos el grito en el cielo de Anita cuando se enteró del renuncio del tendero... Nos imaginamos que cuando Ana le dijo que sin la chapa de la organización empresaria era muy difícil que sea candidato a Concejal, Luisito salió a desandar el camino y dijo que... ¿Qué habrá dicho el rubiecito que renunció tres veces...?
De una cosa estamos seguros. El CICAE no será igual a partir de la huída de Megevand, no sabemos si será mejor o peor, lo que sí sabemos es que la seriedad de una organización empresarial (¡Para colmo empresarial...!) depende de la seriedad de sus dirigentes, un dirigente no puede renunciar tres veces... y menos arrepentirse de haber renunciado. Eso es una exageración.