El anunciado informe de la señora alcaldesa, para el que convocó a todos lo súbditos del reino (ahora se acuerda, cuando el barco está casi hundido), resultó ser una lágrima rayana en la ridiculez.

Tal vez lo hizo con la intención de conmover a la opinión pública para lograr adhesiones, cosa nunca más alejada de la realidad, porque, por un lado el autor del discurso no tiene la mínima pizca de sensibilidad para llegar al corazón de nadie por más que escriba rollos y rollos de papel para servilleta, y por el otro, la señora lee tan, pero tan mal, y carece de tantos tonos emotivos, que ni ella creyó lo que leía: Por eso, con el correr de los minutos continuó con su cometido como si tuviera ante sus ojos la lista de mercaderías para el supermercado.

Un viejo peronista, con cara de vergüenza ajena y mucha tristeza por el dolor de ya no ser, reflexionó "me parece que el próximo anuncio es la renuncia".

En la otra punta del salón, un empleado comentó en voz alta "si antes no nos fiaban ni un alfiler, ahora lo voy a tener que traer de mi casa".

La intendenta de Esperanza reconoció públicamente que así no puede gobernar y en el aire quedó la impresión de que no puede ni podrá hacerlo nunca, aunque tenga la plata de la reserva federal de los Estados Unidos. Lo que falta es capacidad, inteligencia, haber nacido para esto, y otro equipo, porque con este está en zona de descenso directo.

Algunos consejitos para ahorrar monedas:

En Cultura hay varios sueldos tan inútiles e injustificables como guardabarro de lancha, lo que incluye a la nueva secretaria
En Servicios Públicos no hay ni una escoba para barrer las escaleras. Si cierra las oficinas ganamos plata, o dejamos de perder: Además ahora ni las ramas y yuyos van a juntar, por lo menos frente de los domicilios de los contribuyentes que no son del selecto entorno. ¿Vega tiene ganas de pegar el portazo...? Se avecinas novedades.
Obras Pública está muy al dope porque obras no realizó ni va a realizar ninguna, con un capataz alcanza y Smith puede ir de inspector de tránsito a la salida de las escuelas, pero con menos sueldo
Prensa sumó al verborrágico radical Mario Dos Santos, arrepentido de su pasado (ciertas banderas exigen grandeza y no todos la tienen), y metido en un presente de arenas movedizas del que no lo va salvar nadie. Encima hay un tal Solís que entró por la ventana de la mano de San Peso y factura a gusto y placer.
Los asesores: cobran y la aconsejan mal, horrible, pésimo; si es que la aconsejan en algo, porque por ahí cobran y nada más
Tenía razón el viejo y avergonzado peronista.

Por eso si la alcaldesa piensa renunciar (lo cual sería saludable para todos los esperancinos), es mejor que lo haga ahora, antes que tengamos que salir a reconstruir la ciudad de entre las ruinas que están dejando la ineptitud política, la insensibilidad y el oscuro mezquino interés, de los que en cualquier momento, en el apuro de la retirada, se van a cortar un dedo con el filo de la lata.

---