La llamaron "la abanderada de los humildes" y seguramente le hubiera gustado que precisamente los humildes la recuerden. El peronismo local, con toda su buena voluntad, ya no convoca a nadie. Desinflado por la historia y por sus propios renuncios, en la ciudad, ni siquiera en el nombre de Eva se puede convocar a más de cinco. 

Es posible que los peronistas de por acá estén pagando el precio de su burocratización. Pensar que Evita odiaba a los burócratas y hoy 26 de julio de 2015, en la primera colonia, algunos funcionarios,satélites de la caja del municipio, quizás lo más parecido a los burócratas combatidos por la señora de Perón, son los únicos que se arriman a brindarle un homenaje. No alcanzaron los viejos discursosl, tampoco la imágen y la  voz que parecía surgir desde el mismo corazón de la historia, nadie vino, bueno, solo algunos esta vez, los mismos de siempre que, para colmo, cada vez son menos,