Se supo que el locutor oficial de la gestión Meiners dijo "off de record" que hacer el parque industrial costará más de cien millones.  La información que maneja el tipo parece que viene del "riñón" de la señora. Claro, dijo uno de los fiduciantes, entre lo que nos costó el terreno, la obra hídrica que sale casi diez palos, la parte eléctrica, la urbanizaciónl, medio ambiente, gas, y, pensemos que todavía queda levantar las instalaciones, no nos salvamos de cien de los grandes. ¿Cómo lo pagamos? Habría que preguntarle a los que saben. 

Me parece, dice el locutor calvo, que aquellos que quieran ver algo concreto en el parque van a tener que esperar bastante. El terreno, para colmo, es bajo y exige las obras que se tienen que hacer con el primer crédito recibido hace poco de la provincia. Ni que hablar de las obras que hacen falta para dotar al predio de energía suficiente para abastecer a las empresas que piensan instalarse.  Un empresario importante de nuestra ciudad ya había senteciado un par de años atrás que "Esperanza no tenía nada que ofrecer a quienes venían a instalarse".  Los hechos le están dando la razón, dado que varias empresas que podrían haberse radicado en nuestra ciudad han optado por Franck. 

El problema es que si no se crea trabajo la ciudad no crecerá. Los edificios que están construyendo "para invertir" ya tienen capacidad ociosa. Los departamentos desocupados alarman a los propietarios. La ecuación es muy sencilla: ¿Para qué tipo de demanda son esas propiedades? Para gente que trabaja y tiene un ingreso medio que le permita pagar un alquiler de ltres o cuatro mil pesos. Nuestra ciudad continúa con la misma oferta laboral de veinte años atrás: El Municipio, Sadesa y la FAVE, siendo el Municipio y la Facultad de dudosa productividad, la una porque paga a los esperancinos con la misma plata de los esperancinos y la otra porque, si bien son ingresos genuinos que llegan a la ciudad desde los lugares de origen de los estudiantes, no tienen una incidencia fundamental como en otros tiempos, además hay temporadas en que se volatilizan.

El asunto de la energía, concretamente, el asunto del gas, es importante para el futuro de la ciudad. Las gestiones por el GNEA gasoducto que viene de Bolivia y con posibilidades de pasar por nuestra ciudad, están misteriosamente silenciadas. En fin, todo hace pensar que la información "privada" del locutor oficial es fidedigna y alarmante.