¿De quién es el agua que yace en los subsuelos de esta comarca?
Acaso tengan razón los que dicen que la madre naturaleza nos ha concedido la propiedad del líquido elemento y que por lo tanto el poder de conceder (o no) tan preciosa como vital mercancía es exclusivo del municipio, que viene a ser la síntesis del pueblo que conduce.

Fenómeno. Pero resulta que el agua así como está no nos sirve demasiado, debe ser extraída e impulsada hacia las canillas de nuestras casas. Cosa que antes hacíamos nosotros mismos y que ahora,  privatizaciones mediante, empezó a hacer una empresa francesa que sabe un toco de todo eso.

La empresa francesa se las toma y nos deja con el asunto a resolver. Para colmo ya no tenemos los viejos tanques y las viejas redes, y para más colmo si las tuviéramos ni siquiera estaríamos en condiciones de operarlas. Porque no tenemos gente, ni ciencia, ni nada.

El partido gobernante que mora en esta ciudad desde hace unos cuantos años, se ofrece a resolver el asunto. Insiste porfiadamente en distribuir nuestra agua a traves de una empresa que es casi toda municipal, o sea, que se ofrece a desenredar un asunto para el cual en muchos lugares no hay solución. ¿Qué necesita? Necesita una herramienta para darle contenido al planteo, la pide en el Concejo, porque es el Concejo quien representa a la gente que es la dueña del agua y de la empresa que manejará el agua. Le dicen que no.
Ahora la cosa está difícil, todo depende de la rapidez con que se muevan tanto la provincia como los municipios. ¿Quién sabe a qué empresa extranjera le dará el Gobernador el manejo del agua? ¿Quién sabe qué condiciones pondrá la susodicha empresä? Nadie sabe. Aumento de tarifas, seguro. Nosotros no podemos seguir perdiendo tiempo, Esperanza por lo menos que pueda manejar la distribución de su propia agua. Aprender a distribuir. Operar la tecnología y depender un poco menos de los demás.