Uno al principio no quiere creer. Uno piensa que se trata de algo temporario, pasajero y sin importancia. Sobre todo si no le pasó a uno, porque el asaltado, le hayan robado lo que le hayan robado, se siente como el traste. Unos tipos entraron, unos tipos te amenazaron y después de revolverte toda tu casa, te afanaron y se rajaron... Y lo que es peor, nadie, nadie sabe nada de nada de lo que te pasó a vos y menos que menos lo que le pasó a otros y menos todavía lo que ya fue olvidado porque resulta que sucedió hace unos días y nadie se acuerda. Ojo con esto.

La policiía de la unidad regional está siendo atacada como si tuviera toda la responsabilidad. Como si fuera el ¨punto¨ de cada robo que acontece (y vamos casi a uno por día) y la policía se defiende como gato entre la leña, a veces bien, a veces mal. Y a veces muy mal. La gente exagera en algunos casos, las expresiones ¨tierra de nadie¨, ¨inseguridad total¨y otras del mismo tipo no entran demasiado cómodas en esta ciudad, pero ahora preocupa mucho más la cosa.

Parecería que los ladrones tienen algo de información, por lo menos en algunos casos, parecería que saben que la señora tal tiene tanto en la cartera, que fulano sacó tanto del banco y lo tiene en la casa y que en la casa de fulano se puede entrar por la ventana del fondo. Eso preocupa. ¿Cómo es posible que un trío de chorros encare una casa y le diga al dueño dame los (digamos por ejemplo) diez mil pesos?
¡Pero che, está bien, tomá, pero antes de irte decime por lo menos quién te dijo que yo tenía diez lucas en mi casa!
Por ahora, solo eso es lo que todos queremos saber. Ojalá haya una respuesta pronto.