El relato de los responsables del que debería ser un Instituto modelo (y así se llama) sobre lo ocurrido en sus pabellones éntre ¨internos¨ rosarinos y santafesinos con el saldo de 13 rosarinos muertos, es casi increíble. ¿Fue un motín? ¿Fue una revuelta para ejecutar una venganza? Debemos coincidir que si así fue es tan original en el universo de incidentes carcelarios, que no se tiene noticia de algo similar, por lo menos no se sabe de otro suceso que obedezca al trágico fin de conseguir un desquite sobre otros que revisten la misma condición de presos que los responsables de tamaña masacre.

Pero eso es lo que pasó según dice Fernando Rosúa funcionario con responsabilidad sobre los tugurios donde están detenidos hombres que han delinquido. Unos guardias que tomaron de rehenes fueron dejados en libertad ilesos después de 6 o 7 horas que fueron las que duró el hecho. ¿Están condenados a muerte todos los que tengan la mala suerte de entrar en ese infierno que se llama Coronda? ¿Y si no es así por qué registra ese lugar entre quince y dieciséis muertes por año? Pensemos que en Texas, condado donde existe la pena de muerte se ejecutan catorce condenados al año. ¡IGUAL QUE EN CORONDA! Pasa que este es un país desmembrado y en cada lugar que se toque saltan problemas que de una u otra manera producen la desgracia de sus habitantes.