Si bien en senadores se insiste con el asunto del sistema electoral, ahora con la ley de lemas derogada (que tuvo ni mas ni menos que 44.000 candidatos en las últimas elecciones),la cosa cambia. Hoy en día la preocupación de los bloques opositores al oficialismo peronista solo desean que se revise el sistema de internas abiertas. Pero igual, esta ley, hoy derogada, era la ventana por donde entraban todos los que se levantaban con ganas de laburar (es un decir) cerca de los sillones. Muchos, que ganando o fracasando, después iban a cobrar las facturas por los votitos juntados... Todos hacían de ¨rastrillo¨ digamos, pero rastrillaban para ellos, en fin, una calamidad que empezó con ilusiones y que la mala fe desnaturalizó.

Ahora habrá que ser potable en la interna, las listas serán únicas, por partido y lo que es muy bueno, habrá como 30.000 candidatos menos.

El chucho a las internas abiertas viene de la sospecha de que cualquiera te forme un piquete de votantes y elilan en la casa de la contra el peor candidato. Acá, en Esperanza, más que los radicales los que tienen que dormir con un solo ojo son los demócratas, porque teniendo tan pocos afiliados, con un caballo flaco, un rengo y un monito desde afuera le ganan la interna. Cuidado a ver si de candidato sale uno que por casulidad no quiera la gente.