Planos de la ciudad sobre las mesas de los bloques peronautas, pedepetes y radicales (o tal vez no los radicales?), Anita con el seño fruncido inspeccionando manzanas, mensuras y medianeras, Carrizo mirando plano en mesa alejada, radicales encerrados en oficina bloque con toda la tropa. ¿Golpe? ¿Invaden acaso la ciudad? ¿Seineldín? ¿Los tanques chinos? Lamento decirles que no era para tanto, solo una reunión de apuro para aprobar una apertura de calle Schneider con nota de la propietaria donando terreno para tal fin y resolución inmediata (temor a que se arrepienta?) de Concejo en pleno. Actividad, movimiento tipo pelotita de frontón en varios, algunos más tranquilos y nada más. El mundo no cambiará porque nosotros abramos finalmente la calle N. Schneider, aunque no es poco. El único inconveniente es que alguien crea en serio que con su voto cambiará el mundo. ¿Que nadie cree eso...? Bueno, si, creo que sí, nadie cree... (¿Nadie?).