Esperancinos que andan por otros lugares de la Argentina hay cada vez más. Algunos son artistas, otros deportistas y hasta tenemos uno que otro empresario importante que tiene sus objetivos puestos en la geografía nacional. Esperanza, sus habitantes, a decir verdad, ni siquiera tienen en mente un hecho como el que le sucedió al pibe Bruno Oprandi en plena Avenida Libertador, Buenos Aires, donde tuvo la mala suerte de quedar atrapado por unas horas (es cierto, pero igual te la regalo) en la locura de secuestros y violencia que parece haber llegado para quedarse en la Argentina.

Por supuesto que medios de la Capital andan por la ciudad tratando de averiguar detalles y tal vez esperarán en vano frente a la puerta de los Oprandi que como todos aquí adolecen de simpatía con la notoriedad. 
-¨Es peor -decían en los tranquilos bares del centro- más fama le das al pibe más en la mira lo van a tener¨
- Para colmo lo primero que preguntan los de la capital es si tu familia tiene o no tiene filo para pagar. Imaginate que digamos que sí... salís a la calle y te tiran la red, te tiran.

No pasó nada, a Bruno lo tuvieron unas horas y lo soltaron, pero igual es como para pensar dos veces antes de salir, ahora el pibe está acá, en la ciudad tranquila... aunque en estos tiempos ya parece no haber lugar tranquilo.