De esto no se habla.

Estaría por verse si es que el supuesto ¨periodismo¨ que se practica por las cercanías al monumento, es ciertamente eso o en todo caso es una especie de despensa que vende lo que le conviene y no lo que le conviene a la gente.

Nadie niega que cuando hay hambre, cuando se necesita algún ingreso mayor para no pasar por indigente o cuando hay que gambetear para evitar males mayores, se puede, sí que se puede, ejercer el noble oficio de ¨hacerse el oso¨ pero (ojo) eso significa bajarse estrepitosamente los lienzos, y cuando esto sucede, levantarlos es difícil la primera vez e imposible la segunda. 

Nadie que yo sepa, hablando de los comunicadores vernáculos, dio nombres de los cuatro policías involucrados en el caso de extorsión que se ventila en la citi.  No importa, tampoco es tan riesgoso dar esos nombres, no es cosa de vida o muerte, pero justamente, si era una cuestión sencillita... 
¿Por qué no dar, entonces, los respectivos apellidos de los responsables?  
¿Miedo? ¿A qué?  Por supuesto que la cosa ya no es tan importante ahora, además, La Capital de Rosario ya se explayó con todos los chiches. Pero da pena, el chucho, la falta de compromiso y el tratamiento maula que se da a las noticias en nuestra ciudad. Vergüenza da, que los de afuera tengan que informar con más propiedad que nosotros que estamos al lado de las cosas que nos pasan...

El hecho es que si seguimos así, es seguro que no superaremos nunca la mediocridad general, la línea de flotación que separa a un hombre de un cuadrúpedo, para colmo los que tan cobardemente proceden terminan disfrutando de todos los beneficios de una profesión que relajan y que, si de modelos se trata, ha dado más de un buen ejemplo a seguir. ¿Querrán volver a matarlo a Stein?

En fin, siempre hay tiempo para cambiar pero, eso sí, habrá que empezar hoy...