KIRCHNERISMO Y PERONISMO.

Indudablemente se trata de otra generación de "peronistas" la que defiende a los Kirchner. Por ejemplo los becarios que reclaman en el Conicet, se convierten en opositores al gobierno, no porque no comulgan con sus ideas supuestamente liberales de Macri, sino porque ya no podrán disfrutar de las becas con las que los había beneficiado Cristina y Néstor. Con ese recurso, la dádiva, el kirchnerismo consiguió fabricar una vanguardia de superficie, ruidosa y motivada por ideales pragmáticos:o sea, por su propio bienestar. No tengo más el puesto o la beca, me pongo a luchar para que vuelva el que me dio ese premio. Es una buena táctica para ponerla en práctica mientras se está en el poder, claro que una vez en el llano, los recursos no están y los privilegios desaparecen. Los soldados se quedan sin la paga y se van yendo, primero lentamente, despúés a los gritos, finalmente se van y tratan de buscarse otra alternativa. Se puede pedir la restitución de una prebendampo, pero, no se puede hacerlo todo el tiempo, porque la vida sigue y hay que laburar.  El siguiente escrito pretende demostrar (posiblemente sin éxito) que en ciudades como la nuestra no hay "kirchneristas" puros, mejor dicho, no puede haberlos, salvo que estén "mojando la medialuna en el café con leche", como dice Jorge Asis (que hoy parece haber claudicado a los encantos de Cristina), y no nos hayamos dado cuenta. Pero en ese caso no serían "puros", serían rentados, igual que todos.  




Perón abonaba la idea del "movimiento", por eso ninguneaba y hasta despreciaba a aquellos que se ocupaban del partido. El partido se asociaba con la vocación por los cargos y era el último inciso en el Movimiento Nacional Justicialista. Perón repetía "primero la Patria, segundo el Movimiento, tercero los hombres", apotegma donde los aspirantes a cargos electivos pertenecían al amplio espectro identificado con "los hombres", eso el General lo repetía una y otra vez de manera casi despectiva, "último los hombres", al final, a la cola todo aquél sospechado de aspirar a prebendas personales. Perón, además, vaticinó que si el Movimiento quedaba reducido solamente al partido, se desintegraría. Los funcionarios no hacen la revolución, decía. El Menemismo y el Kirchnerismo consiguieron exprimir al Movimiento Peronista dejándolo en su mínima expresión. Hoy, con 
Perón muerto ya no hay movimiento, solo un partido que hace honor a la palabra "partido", partido en pedazos, al ritmo de las aspiraciones personales de cada uno de los sobrevivientes, sus parientes y favorecidos por los cargos y recursos públicos. Ahora, en los pequeños distritos, como nuestra ciudad, el peronismo tiene una existencia "virtual" solo colgada de enclenques victorias electorales, sostenido por Intendentes temerosos de no poder renovar su mandato. No hay peronismo en nuestra ciudad, solo un grupo dubitativo, que no puede juntar cinco para una reunión, "militantes" esperanzados en conseguir un lugarcito en el municipio, alimentando la luz del aura inexplicable de la señora Meiners, lucecita que es apenas la luz de un fósforo. No se entiende la defensa pública a ultranza que hacen algunos "peronistas" locales (cada vez menos) de la señora Cristina Kirchner. Primero porque es indefendible, segundo porque (según lo dicho) ha destruído al Movimiento y tercero porque está imputada, procesada y sospechada de infinidad de delitos contra la administración pública o directamente contra el pueblo argentino. No alcanza con poner a la Kirchner como contrafigura de Macri, así Macri fuera, como dicen, líder de la oligarquía imperialista y miembro de la sinarquía internacional antipueblo anti mapuche y anti todo, No alcanza porque Los Kirchner no representan algo mejor, en caso que el otro fuera el diablo. En todo caso Macri estaría sospechado de diablo, en tanto que los Kirchner parecería que ya está demostrado que son el diablo en persona. No hay razón aparente para que un vecino de esta comarca se inmole defendiendo ladrones que redujeron con su angurria, al peronismo, a su mínima expresión. Salvo, claro, que se beneficien con algo. En ese caso Perón habrá acertado de nuevo. "El movimiento reducido solo a un partido será un atado de delincuentes que se sacarán los ojos entre ellos."