Esta ciudad es tranquila. Pacífica. Casi que podríamos decir que esa condición es una virtud de la primera colonia agrícola. Claro que, como en cada rincón de la República Argentina, a veces suceden hechos aberrantes como el que hoy nos ocupa. Un condenable femicidio, un drama terrible que enluta a todos y cada uno de los habitantes de esta comarca. Lo notable, sin embargo, es el desproporcionado interés por los detalles, por lo morboso, la sangre, el cuchillo,  que raya en lo enfermizo, de los vecinos de esta ciudad. Todos quieren un relato pormenorizado que convierte en poco menos que tenebrosa cualquier conducta. ¿De dónde salen estas cosas? ¿Los medios, la policía, quienes son los que alimentan tan primitivos instintos? La  noticia se propaga con una velocidad notable, pero nadie compadece a las víctimas, por lo menos no es prioridad compadecer a hijos y parientes de los muertos, lo primero es saber, conocer para tener contenido para el comentario. Este condenable asunto, en el cual los medios locales y los pecados de la cultura pueblerina, son protagonistas principales, debiera ser motivo de contrición para aquellos ciudadanos que suponen ser mejores de lo que parecen y que, lamentablemente, no se conocen demasiado.



Atroz. Un hombre de 38 años asesinó ayer de varias puñaladas a su pareja de 37, en medio del cumpleaños de un niño en un pelotero de la ciudad de Esperanza, Santa Fe. Luego intentó quitarse la vida cortándose en varias partes del cuerpo con el mismo cuchillo homicida.

A las 16, en el pelotero ubicado en calle Los Colonizadores al 300, Nadia Schachner acudió a trabajar como lo hacía habitualmente. Celebraban un cumpleaños. De imprevisto, su ex pareja, con quien tuvieron dos hijos, ingresó al pelotero y la asesinó de varias puñaladas en diversas partes de su cuerpo y ante la mirada atónita de los niños.
Nadia cayó al piso y murió en el acto. Según pudo saber Clarín de fuentes policiales, una profunda herida en el cuello, de las tantas que recibió, habría sido la causante de la muerte.
Los padres que vieron la bestial escena corrieron a cerrarle la puerta al hombre para que no escape pero este, que se aplicaba "chuzazos" en un intento de suicidio, salió corriendo y atravesó una puerta de vidrio para caer tendido en la calle en medio de un charco de sangre.
El criminal fue trasladado a un centro de salud local y luego fue derivado al Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde se encuentra detenido.
Según testimonios recogidos por las fuentes policiales, la pareja habría tenido ayer una fuerte discusión. Ahora se investiga qué pudo haberla motivado.
La policía santafesina realizó los peritajes de rigor y tomó intervención la Fiscalía de Homicidios de Santa Fe, a cargo de la fiscal Cristina Ferraro.