Balance viene de balanza, se cuentan las buenas y se cuentan las malas y con el saldo se balancea lo que se quiera balancear. La ciudad (que de eso hablamos) tiene en el 2015 más malas que buenas. Tiene cosas muy abandonadas. Demasiados empleados en el Municipio y poca calidad en servicios. La ciudad parece una casa que necesita mantenimiento. No se arregla nada. La últimas obras a tener en cuenta para un balance en serio son de la época de Fascendini.

AÑO POBRE PARA LA GENTE.
El 2015 no trajo mucho que digamos, solo algunos cursos, programas nacionales para jóvenes, un plan de pavimento tortuga y siempre el desánimo con los problemas de tránsito, las inundaciones, los efluvios malolientes y el llanto por la falta de recursos con el cual el Municipio corona todos los ejercicios anuales.  La nota saliente es que la señora Meiners, a pesar de la parálisis, ganó las elecciones, renueva y continúa con su triplicado califato. El peronismo local, bastante devaluado, apoyó sin muchas ganas. No hubo proyectos y tampoco imaginación, solo hubo ideas cuando se trataba de tratar de cobrar un poco más al vecino. Esa insistencia marcada por recaudar es la característica saliente del “poder municipal”.  La gente paga y paga. El desánimo viene cuando Meiners y su delfín de hacienda dice que lo que la gente paga solo sirve para empleados y proveedores. Eso se viene repitiendo desde el año 2007. Tampoco fue novedad. En suma un año aburrido, con más de lo mismo y una pasividad contagiosa. Los contribuyentes demostraron su descontento con un ejecutivo que recula más de lo que avanza. Para control los ciudadanos votaron un Concejo opositor. La Intendenta y su “equipo” actuarán entonces con un Concejo adverso durante los próximos dos años. El tiempo dirá si esa realidad política, decidida por la gente, es para bien o para mal. Algo parece moverse, el proyecto de ampliación del objeto de la empresa SAPEM, con mayoría accionaria del Municipio, da esperanzas. Una vieja idea, surgida del núcleo radical para dotar a Esperanza de servicios de Internet, televisión por cable y telefonía, fue votada por unanimidad.  El ejecutivo habrá obtenido alguna ventaja para evitar el veto, pero. Igual, la unanimidad y el proyecto son auspiciosos.

RADICALES AL FRENTE
El triunfo del Frente Progresista Cívico y Social en la Provincia de Santa Fe significa mucho para la nuestra ciudad. El Vice Gobernador de la provincia es Carlos Fascendini, quién, aparte de coronar una larga y exitosa carrera política, abre para la zona una esperanza notable. Se justifica el optimismo, ya que las principales obras que se hicieron en la ciudad y alrededores fueron financiadas con recursos provinciales. Los vecinos suponen que Esperanza con la nueva conformación política en la provincia, tendrá sobradas razones para hacer realidad algunos proyectos postergados. El radicalismo,  se venía desinflando mal luego de los fracasos electorales, ahora tiene la oportunidad de su vida para afianzar el partido. Un Concejo favorable y la Vice Gobernación de la provincia, conforman una presencia muy fuerte a futuro. Con un peronismo deprimido,  la democracia progresista al borde de la extinción y el PRO deficitario en estructura, los radicales, con un poco de voluntad,  serían inalcanzables. 

CON ALEGRÍA Y PAZ NO ALCANZA.
El PRO es un partido en formación que hoy tiene Presidente. En la ciudad retrocedió despidiendo a Becchio del Concejo. Tampoco es para cortarse las venas, no es catastrófico que la coalición “Cambiemos” carezca de estructura en la comarca. El peronismo y su apéndice el kirchnerismo,  fueron gobierno durante 12 años sin contar con mucho que digamos en la ciudad. Los raleados “militantes” peronistas, muchas veces sin saber dónde ponerse, hicieron poca fuerza (que lo diga Scioli) y así les fue porque lo que la ciudad recibió del gobierno nacional fueron migajas, badenes, artistas veteranos y lomos de burro.  El “liderazgo” (de alguna forma hay que llamarlo) de Ana Meiners dejó muchísimo que desear. Volviendo al triunfo de Macri, nadie duda que fue un batacazo olímpico cuyo efecto inmediato es reanimar a los pocos fans del PRO en la comarca. Un Presidente no es moco de pavo, a los admiradores que trabajaron por el triunfo se les autoriza agrandarse. Y eso hicieron,  ahora son (según ellos) los gestores de la ciudad ante el Presidente de la Nación. Parece mucho.

El año que se va nos deja un poco desanimados. No hay obras concretas para sumar. Todo está como al principio. Mucho tiempo pasó desde que Fascendini dejó su marca. Nadie pudo arrimar siquiera a las realizaciones del hoy Vice de la provincia. El pavimento es el mismo de aquella época, las viviendas, la red de gas, cloacas, plantas de tratamiento, institutos educativos, parque, los que vinieron se montaron sobre lo hecho y en muchos casos ni siquiera lo pudieron mejorar. Todo colapsa porque la ciudad crece. La red cloacal no alcanza para estos tiempos y la inoperancia actual solo despertó cuando el agua le llegó al cuello.

“AL MARGEN”,  BUENA INFORMACIÓN, SIN CARGO. 
Vamos a colocar entre las cosas nuevas y auspiciosas la aparición del periódico “Al Margen” que durante 76 quincenas estuvo en los domicilios esperancinos. Emprendimiento complicado, más que nada por lo que significa financieramente  Sin embargo se hizo, con mínimo equipo de cronistas, maximizando esfuerzos y con el plus de su gratuidad y distribución sin cargo. La presencia de “Al Margen” en la ciudad, luego de casi tres años de porfiada permanencia es una notable realidad. Apuntamos este hecho entre las pocas cosas favorables que aportan a la cultura desinteresada que solo pretende colocarse del lado de la gente ofreciendo todo sin esquilmar a los lectores. En tiempos en que predomina el vicio de “solo sacar y nunca poner” resulta extraña esta oferta generosa. Pero se hizo y permanece. Es un tema para salvar el año.

Ahora, a www.esperanzanews.com.ar, solo le resta despedir el año, desde esta columna aprovechamos para saludar y agradecer a los numerosos lectores, augurando de corazón un provechoso año 2016, que les vaya bien a todos. El año que viene estaremos (si Dios quiere) como siempre, juntos. Felicidades.