El Concejo y su nueva forma, a partir de Diciembre, tiene una oportunidad única de forzar movimiento en el Ejecutivo Meiners. El notorio "achanchamiento" del equipo de gestión municipal ha llegado al punto de parálisis total en los últimos meses. Solo despertado por el llamado y los aportes provinciales y, eventualmente, nacionales. La Intendenta sale de tanto en tanto de la heladera y habla forzándose, semi dormida, congelada sobre algunos hechos que hacen otros y que en su mayoría desconoce. Si con el nuevo Concejo no se consigue rapidez, calidad y GANAS, del ejecutivo Meiners, entonces ya no quedará esperanza de que la ciudad aproveche lo poco que se puede aprovechar. En estos últimos meses se está haciendo NADA, solo abren el Municipio y reciben (casi siempre con defecciones) a las delegaciones artísticas y programas publicitarios que les manda Cristina. El consuelo de algunos aportes, subsidios, más bien regalos, ínfimos hacen salir de la cámara frigorífica a Meiners que dice (moviendo apenas los labios) que estuvo haciendo presencia en tal o cual lugar, como si fuera una versión de la Xipolitaquis.  El Concejo que se va contagiado de la inacción tampoco hace mucho por hacerse notar. Todos empleados municipales, la política cero, el bien común con un ataque al hígado, si seguimos así estamos fritos.