La política tiene sus secretos y más todavía cuando uno está en época de elecciones queriendo que lo elijan. Casi siempre, hay que macanear un poco.

-"En estos tiempos de elecciones -dijo el Colo arrogante y doctoral, de pie en el centro del boliche de la calle Córdoba- es obligatorio preguntarnos cómo nos va en forma individual o bien en forma colectiva"
- Ejemplifique por favor que hay gente que no entiende -dijo uno que a esa hora de la mañana procuraba acomodar las neuronas.
- Pueden darse dos situaciones: que a usted le vaya bien y a los demás como el traste, o bien, que a usted le vaya tan mal como al resto -continuó el orador pelirrojo semblanteando al auditorio- En el primer caso usted deberá hacer esfuerzos para disimular su felicidad. Por ejemplo: supongamos que usted es rico, tiene que poner cara de pobre ante sus amigos, o sea, si a usted le va como los dioses, lo mejor es aparentar que es un fracasado absoluto. Si este es su caso, cuando se junte con la parentela, por ejemplo, no traiga dos botellas del champán más caro a la reunión, más vale traiga dos botellas de sidra Tunuyán.
-¿Y si el asunto se presenta al revés, es decir a usted le va como el culo y a los demás regular? -preguntó un chico que lavaba copas detrás del mostrador.
-Entonces hay que comportarse como un príncipe -dijo el Colo mirando al chico con melancolía- Aunque duela habrá que hacer ostentación de una fortuna que uno no tiene. Hay que hacerle creer a todos que uno no está en la lona, que se viste sencillo, para evitar la envidia.
Un gordo con los cachetes colorados, apuró una cerveza, se ajustó la corbata y se retiró con disimulo del salón. Otro parroquiano que estaba sentado junto a la ventana, cerró el diario y encaró la puerta, pero antes de que salga, el Colo, gritó a viva voz:
- ¡Una vuelta para todos, carajo!
Tras el grito, hubo un instante de sana sorpresa. Después todos aplaudieron.
- Se ve que a usted le va como el culo en las encuestas don Colo. -Le dijo confidencialmente el dueño del boliche amparado por el ruido de la ovación. Entonces el Colo sonrió.