Cada. cuatro años cada vez que se elige Intendente surge el problema del desparramo. No así cuando se renueva el Concejo. Claro el Intendente lleva atados a varios hijos y entenados que están colgados del único piolín que tienen para sobrevivir. Periodistas, contratistas, parientes y monotributistas, fulanos que hacen practicamente "nada", organizan carreras de autos antiguos o venden fotos para el boletín. Por supuesto que también se cuelgan algunos pescados grandes, empresarios que ganan licitaciones cada dos por tres y le enchufan mercaderías que no compra nadie al Municipio. 

Toda esa estructura que permite comer bastante bien a unos cuantos deberá desmontarse en caso de producirse un cambio. Abogados que nunca trabajaron de abogados que deberán volver al llano, contadores con estudios desiertos, licenciadas en comunicación, sicólogos sociales, comisarios retirados y toda la murga que se va juntando con los años (para colmo son muchos años) si la cosa cambia tendría que empezar a hacer las valijas. Eso es el "desbande", un grave problema de desocupación en que nadie piensa. Estos muchachos no saben hacer otra cosa que lo que supuestamente están haciendo. ¿Alguien pensó en ellos? ¿Alguno de los que los llevaron a la municipalidad ahora les va a dar de comer? Nadie cree en eso.