Intedentes, Senadores, Ministros y todo bicho que camina cerca de los recursos públicos se caracteriza por "prometer" y en los años en que se exponen a la audiencia pública más todavía. Las promesas que hizo la Intendenta hace cuatro años podrían registrar tranquilamente el calificativo de alevosas. De todas las que hizo cumplió en un 30% una sola, la Avenida Argentina que inauguró hace unos días. Por supuesto se presentaron propios y extraños para el retrato, adjudicandose, todos,  méritos mas extraordinarios de los que en realidad se merecen. En realidad lo único que el Municipio hizo fue "armar" la ingeniería financiera del plan de pavimento y, en eso único que hizo, fracasó rotundamente porque la morosidad amenaza con destruir el emprendimiento. 

Todo lo demás fueron furcios. Edificios en ruinas en medio de la ciudad, viviendas abandonadas que tuvo que terminar el gobierno de la provincia, planta de tratamiento colapsada, empresas de limpieza sospechadas, en fin, todas promesas sobre el bidet. Para colmo, el inicio del año electoral abre los portales de nuevas promesas. Como siempre. Lo único que queda claro es el creciente descreimiento de la gente.