Meiners y sus amigos pagaron (con plata ajena) a "especialistas" para que informen todo lo que ya se sabía de la pequeña caja de jubilaciones que asiste en forma exclusiva a los empleados municipales. Ahora se enteraron de una realidad que conoce hasta un ama de casa: ante egresos crecientes lo que hay que aumentar son los ingresos. Una verdad sabida, evidente, de Perogrullo. Lo que inquieta al público local es la cara doctoral, de muchacho sabiondo, hábil con los números, que pone el Secretario de Hacienda para declarar que dos más dos son cuatro. 

El proyecto genial que han estado elaborando los laboratorios oficiales bajo el generalato de la alcaldesa Ana María,  tiene como núcleo esencial, aumentar la edad jubilatoria de los municipales. Es curioso que una caja pequeña al borde de la quiebra jubile a sus integrantes con montos privilegiados y cinco años antes que el resto de los pasivos del país. ¿Dónde está la gracia? Total los agujeros los tapa el contribuyente distraído. Si falta plata, el Intendente de turno rodeado de los responsables de la caja, con cara de vinagre, sale a decirle a los vecinos que el Municipio se hará cargo de la factura. 

Es cantado que, con una cantidad más o menos constante de agentes municipales y un número creciente de jubilados, tarde o temprano haría falta plata. Entonces hay que lograr que aporten todos (Intendente, Concejales y otras yerbar) para sumar y, ya que estamos, subir la edad jubilatoria para demorar las jubilaciones, suspender las jubilaciones de privilegio (que las hay) y activar todo lo traiga agua para los sedientos.  En cuanto all resto de los habitantes de la ciudad, bueno, que también pongan, aunque sea en forma indirecta, con algún impuesto, el porcentaje de algún impuesto o lo que sea. Todo vale.  

Lo que no dice el informe actuarial es que la vida de la Caja Municipal tiene los días o, si se prefiere, los años contados. La espectativa de vida no es la misma que cuando se fundó la caja. La gente vive 80 años o más. El lote de los que se jubilan y cobran aumenta seriamente y por ende, los egresos mensuales fijos ajustables de los retirados son cada vez más importantes. La planta municipal podría ampliarse, pasar de 500 empleados a unos cuantos más para que haya más aportantes, siempre que se justifique, el caso es que no se justifica porque el Municipio siempre aparentó tener más personal ocioso que ocupado y es sabido que la gente se molesta cada vez que nombran un agente en la Municipalidad. 

Entonces, Meiners y Gómez, más Gómez que Meiners enviarán un proyecto para que la Caja Municipal permanezca un tiempo más. No habrá solución definitiva al problema. Prueba de ello es que casi todas las cajas exclusivas de las ciudades importantes han sido incorporadas a la provincia.  Esa es la cuestión, esta pretenciosa Caja Municipal, que paga montos que le resuta imposible pagar y que cada tanto debe ser socorrida por todos los contribuyentes,  tiene fecha de vencimiento. No ha caducado todavía porque, hasta ahora, no hay Intendente ni concejales con el coraje suficiente para hacerse cargo de la odiosa decisión.