Todos los días recibimos muestras de trágico abandono de la ciudad por parte de los funcionarios municipales.  Pensábamos que ya habíamos llegado al colmo de la desidia con los edificios en ruinas a cuadras de la plaza o con la red cloacal en penoso colapso, pero no, ahora nos enteramos que el avance de la agresión al ciudadano, la suciedad y la falta de atención a los problemas vitales no ha cesado.

En uno de los programas de cable locales, el máximo responsable de Aguas Santafesinas (nada menos)  denunció volcamientos clandestinos de camiones atmosféricos.  No se puede decir que estos delitos eran ignorados, los vecinos se cansaron de denunciar vehículos sospechosos en las inmediaciones de los zanjones eludiendo los lugares habilitados.  La gravedad del asunto se multiplica cuando el titular de "Aguas..." agrega a su denuncia el hecho de que algunas "empresas" desagotan en domicilios particulares haciendo uso de la red cloacal. 

Las consultas al municipio producen desaliento y bronca. El único que aparece como "no advertido" es el Secretario de Gobierno Luciano Anza.  El desastre ecológico, la gravedad del hecho, el peligro para la salud de la población, no son suficientes para justificar el "lavado de manos" del funcionario del gabinete Meiners. Resulta que el jefe de ASSA denuncia un delito por televisión y Ansa no se da por enterado. La sospecha es que no le conviene darse por enterado ya que eso significa trabajo y, el secretario de gobierno, parece muy cómodo apoltronado en su oficina.

Párrafo aparte para los esperancinos que, para ahorrarse unos pesos en derechos a la planta de tratamiento, desagotan sus tenebrosos camiones en domicilios particulares, enviando todos los deshechos a la red cloacal domiciliaria. En cuanto al papel de la secretaría de medio ambiente del municipio no tiene perdón, se supone que por "no quedar mal" con algunos, perjudican a todos.