La señora Meiners es una buena señora cuyo último logro ha sido sepultar el principio de autoridad. La Intendenta ha obtenido por los votos de la gente la "facultad" de mando pero carece de la "capacidad" de mando. Las dos acepciones van juntas y no tienen sentido la una sin la otra. La "facultad" sin la "capacidad" como sucede en el caso de nuestra ciudad lleva al fracaso. En cuanto a los "mariscales" que dicen contar con la capacidad, se cae de maduro que en tanto y en cuanto no los vota nadie carecen de la facultad y entonces las presuntas aptitudes son inútiles.

Sin autoridad muchos trabajos son imposibles de llevar adelante. Los empleados del Municipio están impedidos de hacer muchas tareas que deben ser encomendadas a terceros. ¿Qué virtud tienen los terceros que no tienen los municipales? Justamente la disciplina conseguida a traves del mando que brilla por su ausencia en el municipio. El municipio es un taller parado sin eficacia porque son incapaces del menor trabajo colectivo. 

Sin autoridad la ciudad es un caos. Las rivalidades internas priman sobre los intereses comunes. No hay orden porque el orden solo impera donde existe el mando. El mando es una necesidad social. Hasta la orda más miserable exije un buen jefe.