Si bien la inclusión no es todo el problema, la mayoría coincide en el hecho que trabajar sobre los jóvenes marginales tratando de ofrecer una mano solidaria tiene mucho que ver.  Sin ofender a nadie, convengamos que unos cuantos tipos reunidos que viven de los dineros públicos, que cobran fortunas todos los meses, sin proponer proyectos concretos y resignar un poco de lo mucho que se llevan al bolsillo, suena un poco destemplado. 

Los proyectos para brindar contención a jóvenes en nuestra ciudad por parte del Municipio brillan por su ausencia. Es evidente que no se hace nada bien en ese terreno. En el hipotético caso de que alguno de los funcionarios salga a decir que se rompen el coco para contener a nuestros muchachos, entonces, desde acá les decimos que han fracasado estrepitosamente. 

No hay imaginación. Tampoco hay generosidad. Los funcionarios no mueven un dedo si no reciben viáticos a cambio. No hay pasión en gente que embolsan entre 20 y 40 mil pesos por mes. Se sientan en sus sillas, escuchan la lectura de un documento y se van a dormir. Con eso creen haber cumplido con su trabajo. ¿Dicen que no hay proyectos para contener a los jóvenes? No hace mucho se presentaron en nuestra ciudad grupos que trabajan desinteresadamente en recuperación de adictos. En pueblos vecinos está funcionando un emprendimiento en una propiedad donada por un vecino de nuestra ciudad. Eso es lo que hay que hacer, el municipio, sus miembros, trabajar con todo, aportar en serio. No se puede vivir chupando la sangre de los contribuyentes sin entregar nada. La clase "dirigente" local no hace otra cosa que charlar los problemas y esperar que venga otro a traer las cosas y la plata que hace falta. No se le cae una moneda. No mueven un dedo gratis. ¿Con esa predisposición y desprendimiento se piensa en solucionar el problema de la seguridad?