Varias cadenas de televisión mostraron las fotografías de los cadáveres de los hijos del derrocado presidente iraquí, Sadam Husein, Uday y Qusay, muertos hace dos días en una operación militar norteamericana en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.

En las fotografías, de las que sólo se ve la cabeza y el torso, es difícil de identificar el rostro de Uday y Qusay Husein, pues están bastante desfigurados por los numerosos hematomas y heridas, producidos supuestamente durante el enfrentamiento con los soldados estadounidenses.

Asimismo, se han mostrado varias radiografías de la pierna de Uday Husein, que quedó muy dañada tras el atentado que sufrió en 1996, cuando fue tiroteado en una calle de Bagdad.
Ambos hermanos aparecen con una poblada barba y Qusay presenta una herida en la frente y otra en mitad de la cara.
Qusay, sin ropa, aparece tumbado en lo que parece una cama, mientras que su hermano, vestido, está envuelto en una especie de bolsa utilizada en los depósitos de cadáveres.
Junto a las fotografías, distribuidas por militares estadounidenses, aparecieron también antiguos informes médicos que describían el accidente de Uday y el estado en que quedó su pierna.

Los militares estadounidenses también han entregado al mismo tiempo fotografías de los dos hermanos en vida, para intentar demostrar su parecido con las imágenes de los cadáveres.

Esta operación se interpreta como un intento de demostrar la muerte de Uday y Qusay y acabar así con las suspicacias sobre la veracidad de esas muertes.