Pensar que Rafaela estaba a la par de Esperanza no hace mucho. Hoy con esta mentalidad de jubilados que no quieren problemas de nuetros políticos vamos a la cola en el Departamento. Una mañana entera gastando plata en funcionarios que, como Anza y Gómez, no se hacen cargo ni siquiera de un aumento miserable en los remisses. Gómez hizo una perorata propia de un sexagenario temeroso para decir que "no tenía nada que ver que era el Concejo el responsable". Da pena, pena por la ciudad por la vergüenza que se siente al observar a estos funcionarios que no funcionan y no deciden nada. Se asustan como chicos porque un grupo de ciudadanos suben las escaleras y le atropellan el escritorio y, como el Secretario de Gobierno y el Secretario de Hacienda del Municipio dicen cualquier cosa con tal de no decir nada. Esa "mentalidad" es la que está hundiendo a la ciudad, no otra cosa. Para colmo quieren seguir.