La provincia de Santa Fe, al igual que otras jurisdicciones de la región pampeana experimenta, luego del cese de la migración transoceánica de fines del siglo XIX y comienzos del XX, un proceso de envejecimiento de su población, acompañado por una disminución en el ritmo del crecimiento poblacional y una marcada urbanización.
El Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda del año 2010 mostró que la provincia de Santa Fe se ubica entre las jurisdicciones más envejecidas del país. En el interior del territorio provincial, se puede observar que los distritos municipios y comunas- con mayor grado de envejecimiento son los tienen entre 1.000 y 10.000 habitantes. Por otra parte, estas jurisdicciones locales más envejecidas se localizan en el sur de la provincia, mientras que los más jóvenes en los departamentos del norte.
El envejecimiento de la población es un proceso intrínseco de la transición demográfica, que es el tránsito de regímenes de alta mortalidad y natalidad a otro de niveles bajos y controlados. La disminución de la natalidad y aumento de la expectativa de vida de las personas repercuten directamente en la composición por edades de la población, al reducir relativamente el número de personas en las edades más jóvenes y engrosar los sectores con edades más avanzadas.
Al mismo tiempo hacia fines del siglo XX se observa un continuo incremento de la participación en el total de la población de personas de edad extrema más de 80 años , lo que implica el envejecimiento de la población que supera los 65 años. Según Nélida Redondo (2007) el aumento de la proporción de la población de edad extrema está asociado a una mayor esperanza de vida en las edades avanzadas. En las últimas décadas del siglo XX, se ha acrecentado la vida promedio de la población debido al control de las enfermedades degenerativas, principalmente el cáncer y las cardiovasculares. Además, en estos años llegan a las edades mayores personas con mejor estado de salud general que sus predecesoras.
Las Naciones Unidas (1956) denominan “envejecimiento demográfico” al proceso de cambio en la composición estructural de una población por el cual el peso relativo del grupo etario que supera los 65 años presenta una proporción superior al 7% de la población total en detrimento de los otros grupos. El análisis de la distribución proporcional según grandes grupos de edades como indicador del carácter de juventud, madurez o vejez de una población presenta el inconveniente de los criterios para la fijación de umbrales específicos y, a su vez, la adaptación de los mismos a las cambiantes condiciones históricas y estructurales propias de cada población. En este sentido, otros planteos han postulado criterios alternativos al de Naciones Unidas: Henry Shryock considera que una población es joven cuando el grupo que supera los 65 años no alcanza el 5% de la población total, madura si se ubica entre el 5 y el 10%, y anciana si supera este último umbral (Shryock, 1976).
En el cuatro 1, se puede observar el incremento constante del grupo de adultos mayores en la participación de la población total, triplicando la misma en algo más de sesenta años, ya que pasa de valores de 4% en 1947 hasta llegar casi al 12% en 2010. Estos valores ubican a Santa Fe, luego de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como la jurisdicción con mayor presencia de población que supera los 65 años. Cabe destacar que la media nacional es de 10,2% según los datos del último censo del año 2010.
El envejecimiento en las jurisdicciones locales (municipios y comunas)
Resulta de interés analizar el grado de envejecimiento de las jurisdicciones locales del territorio provincial. Al respecto se consideran, teniendo en cuenta la participación relativa de los adultos mayores en la población total, como: a) “muy envejecidos”, aquéllos en los cuales dicha presencia supera el 15% de la población total; b) “envejecidos”: entre 10 y 14,99 %; c) maduros: entre 5 y 9,99%; y d) jóvenes: valores inferiores a 4,99%. El cuadro 2 y gráfico 1 permiten observar que la mayoría de las jurisdicciones locales se encuentra demográficamente “envejecida” o “muy envejecida” y que no alcanzan a 20 los que presentan una estructura poblacional joven.
Por otra parte, al tener en cuenta, la magnitud poblacional de los distritos, se puede observar (cuadro 3 y gráfico 2) que los municipios de Rosario y de Santa Fe se presentan envejecidos. Los que le siguen en importancia en cuanto a magnitud demográfica están en la misma situación, como son los casos de Rafaela y Venado Tuerto, o bien poseen una composición madura Reconquista, Santo Tomé y Villa Gobernador Gálvez-. La presencia de distritos “muy envejecidos” comienza a visualizarse en los municipios menos poblados menos de 50.000 habitantes- como así también en las comunas. Cabe destacar además que los distritos “más jóvenes” se concentran casi en exclusividad en los de menos de 1.000 habitantes, en los cuales casi la totalidad de la población es de tipo rural dispersa, es decir vive a campo abierto.
Otro aspecto a tener en cuenta, en los análisis de tipo demográfico, radica en la ubicación geográfica de la población. En este sentido, se puede observar (cuadro 4 y gráfico 3), que el mayor envejecimiento se da en el área sur y el menos en el norte. En esta área, se localizan 10 de los 19 distritos “jóvenes”. De manera contraria, en el sur se encuentran 58 de los 81 distritos “muy envejecidos”. Por otra parte, cabe destacar que de los 120 distritos que integran esta última área, 101 se encuentra “envejecidos” o “muy envejecidos”.
(*) Docente investigador del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional del Litoral de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral.