Todo tiene su límite. Este es un pueblo "manso", la gente hasta le busca el lado bueno a cada engendro que no se puede creer, porque la obra de los "cierres" de la plaza no se puede creer. Tampoco se puede creer que el mismo arquitecto que ganó la licitación con un dibujo que parecía espectacular haya hecho lo que hizo. Para colmo al poco tiempo de presentar el prototipo, al poco tiempo de decir "así va a quedar", él mismo era el destinatario de los buenos augurios, porque él hizo de vendedor y comprador a la vez. Fue el titular del trabajo y el Secretario de Obras Públicas al mismo tiempo. "Claro, dicen los vecinos, por eso no dice nada Blangini, porque tendría que retarse a sí mismo y eso es imposible". Por casualidad o por lo que sea, pero pasa en esta ciudad solamente, Blangini es uno y es otro, es el que hizo el trabajo y el que lo tiene que evaluar, controlar y, eventualmente, criticar. No se va a criticar a sí mismo, estamos todos locos, che. Pero igual, los badenes, los "chorritos", los adoquines con yuyos que se rompen, son un azote del infierno...¿verdad que sí? 

Es cierto, estamos a fin de año, todo se perdona, hagamos la "vista gorda" y vamos para adelante, no nos vamos a amargar porque un gobierno municipal arruinó la plaza. Hay cosas peores. Pero ¿hasta cuando vamos a hacer la vista gorda?. Piense el que lee que estos mamotreros los pagamos entre todos los giles que vivimos acá. Saldrá Meiners a decir que se usaron fondos de "obras menores", sí, pero resulta que todos los fondos son de la gente que vive y contribuye para que la ciudad "vaya para adelante". Acá cualquiera con dos años de antigüedad en el Municipio se apropia de la recaudación del boliche. El gobierno peronista que está sentado en el palacio blanco ha dilapidado los recursos municipales de una manera notable, casi con alegre irresponsabilidad. Compró un edificio destruido que no se va a arreglar. Se comprometió a "poner en valor" otro edificio que no va a poder componer ni por asomo. Lleva adelante un plan de pavimento tan mal estructurado que a pocos meses de iniciado ya se puede adivinar su fracaso porque la gente no paga. La obra de la plaza (en medio de la plaza) es un adefesio a la vista. ¿Estas son las obras de Meiners? ¿Este es el balance que pueden hacer a la hora de los pitos? Hay una frase bíblica que por conocida no deja de ser eficaz: "por sus obras los conocereis".  A estos gobernantes los conocimos bastante bien por las obras. No le alcanzan los dos años que faltan para corregir. Si corrigen, porque da toda la impresión que van a continuar haciendo lo que estuvieron haciendo hasta ahora. Nada hace pensar que van a cambiar el estilo.