Flaco querido:
Me dirijo a vos en mi carácter de compañerito de secundariio. Vos sabés que te aprecio. Vos sos -después de tantos años- un amigo, que digo un amigo, un hermano sos flaco. Por eso te aconsejo que te apartes de las polleras que te pusieron de adláleteres en el Concejo, las minas esas son un collar de sandías son. Mirá la embarrada que te pegaron con el asunto de la quiebra y todo eso. Yo, modestamente, me ocupé de que no te crucifiquen flaco, porque te quiero, porque sos un hermano, tantos años en el primario, en el secundario, la Mordini, Almeyda, Molina... ¿te acordás?, con el mono, con patí, con el laucha. Que se yo, por más político que sea tiene su corazoncito ¿viste? Ahora, viendo lo que está pasando tengo que pensar que tus peores enemigos están adentro.¡Cómo te tratan esas minas flaco! Es cómo tener dos esposas celosas, che. Mirá que cuando estaba todo tranquilo con el asunto de la incompatibilidad para seguir con el curro de Concejal, salir a levantar la perdiz...
No hay caso. Veo esto y cada vez me hago más machista me hago. O no fueron a la televisión de Barredera para levantar polvareda y encarijinar a los radichetas para que se enloquezcan y se manden semejante resolución. ¡Quieren rajarte loco! Rajarte, cuando lo tenías todo controlado. Cuando Martincito salió a defenderte, a minimizar el asunto de los cheques sin fondos... ¿De que valió? Decime: ¿De qué sirvió tanta buena onda que te tiramos, si las tipas después iban a despertar a la momia? Y bueno, eso te pasa por ser demócrata progresista, flaco. Vos tendrías que pensar mejor en eso de los partidos... Porque si estás sufriendo, che, tranquilo, no es para tanto... de última lo mandamos a Andreoli y te afiliás al peronismo o en todo caso... ¿Sabés cuánto más tranquilo estarías con el cabezón Húbeli? Pensalo. Y que don Lisandro de La Torre te acompañe en la sesión de hoy. De onda, flaco. Chau.