La señora Meiners detenta un cargo muy importante en la Departamental del Partido Justicialista, es decir que tiene dentro de sus funciones "conducir la política partidaria" según el artículo 16 de la carta orgánica. Cuando se hizo el "arreglo" con Becchio, Ella, La gran señora, fue la que lo hizo, ella y su príncipe consorte de aquellos tiempos el abogado Gabriel el Terrible, ahora en el exilio. Hoy, Potolichio, Secretario General del Partido a nivel local, le pide a Becchio que renuncie a la banca que se afanó gracias a la torpeza de la intendenta. No es a Becchio a quién hay que dirigirse para pedir cuentas, es a la señora Meiners que fue la que hizo el arreglo. ¿Qué arreglo Ana maría hizo con el actual concejal del PRO?. ¿Habrá arreglado que le vote en contra todas las obras para seguir haciendo nada?.

Mientras tanto el Justicialismo (que podría contar con un bloque de dos ediles) se queda con un solo voto en el Concejo. Un voto que a veces no llega ni a medio voto, porque Elena, es tan confiable como un mono con un bisturí. Claro que existen varios "compañeros" que están empujando para llenar el hueco, si es que Becchio renuncia. El sentido común dice que pueden esperar sentados porque el fulano no va a renunciar, si hay algo duro como la piedra en el discípulo de Del Sel, eso es su rostro de chivato.

Selko, Carrizo, Schmuth, Hominal, el mismo Potolichio, empezaron a moverse, desparramando codazos, para hacerse un lugar en la lista de octubre. Todos quieren ser cabeza de lista. Ojo que el doctor Elena quiere renovar, necesita renovar porque en el 2015 quiere ser Intendente (¿Estaremos en el 2015?). Selko (dice) que está "avalado" por "Ana" (así la llama: "Ana", para dar a entender al que escucha que son como chanchos), claro que no se sabe si estar avalado por esta mujer es bueno o es malo, es más factible que sea malo, pero bueno, si "Ana" lo avala que lo avale, también "avaló" a Becchio. 

Carrizo, como Troilo, quiere volver, no al barrio, sí a la banca, cómo hará para volver no se sabe, es uno de puntales para "rajar" a Becchio. Schmuth va y viene, también se siente "avalado" por la señora, para quedar bien, recoge ideas de los otros compañeros y se las lleva a la Intendenta como si fueran propias. ¡Qué capo es "cascarudo"! dicen en los despachos oficiales.

El gallinero está alborotado, como siempre cuando hay alguna posibilidad de salir de pobre. Los fondos oficiales no pueden tomarse un respiro, todos revolotean alrededor de la recaudación. Los contribuyentes nunca pueden llenar la caja, nunca alcanza para nada. Apenas para romper la plaza o poner unos conitos en la ruta. Claro que después de las elecciones todo va a cambiar y si Becchio renuncia más todavía va a cambiar. O mejor dicho, los que ganen van a cambiar, van a cambiar el auto, la heladera, en fin, algo es algo.