Confabulación de conflictos simultáneos.
La intoxicación judicial del 7-D, con final abierto, más la vorágine emocionante de Griesa y Los Buitreros, brindan, al poder cristinista, el complemento dramático. La sinfonía de la disolución.
Sorprende -para Oximoron- la infatigable capacidad para concentrar enemigos.
Para construir frentes adversos, y perder en la totalidad de las batallas que se encaran. O empatar. O dilatar.

La llegada de Rossi con intención de armar movida propia, los gobernadores con pretensiones como Scioli y De La Sota, la disolución del "trípode de poder" que había armado Néstor con Moryano en la calle y Clarín en el relato, más una cantidad de frentes abiertos por todos lados hacen pensar que los tres años que le faltan a Cristina son una eternidad.

Meiners mientras tanto observa con intenciones de beneficiarse con la repartija que espera suceda pronto en el trabajo para recuperr posiciones del gobierno nacional. Entonces se mantiene dentro de la manada. Claro que con esas "lealtades" Cristina no llega ni a una semana.  Los "gordos" locales, responden a las instucciones de sus consejos directivos, Comercio con Cavallieri de jefe ordenando a Húbeli que se mantenga en el chiquero porque eso es beneficioso para el gremio, Sedlar ídem. Por supuesto que cuando Scioli sea Presidente se pasarán al peronismo ortodoxo no kirchnerista.  Los peronistas sin privilegios se transforman en opositores, eso es ley.