El fin de semana que pasó falleció la artista EVA BORLA una mujer que con su vida apasionada fue y será ejemplo para los jóvenes. El talento pero, sobre todo, la pasión y la entrega a su vocación, será sin duda la mayor herencia que nos deja Eva Borla. Nacida en 1919 fue, sin embargo, siempre joven, sus obras están por toda la ciudad y también por el mundo. Sus Cristos construídos con elementos que recogía de la naturaleza aparecen en los hogares de Esperanza como un hermoso testimonio de su notable espíritu creativo.
Sin duda Eva Borla quedará entre los grandes artistas esperancinos. Tal vez no supimos protegerla ni cuidarla como se merecía.  La muerte hace que fijemos nuestra atención en todo lo hecho por esta mujer notable. No es esta una ciudad que considera a sus artistas, de hecho, muchos de ellos a pesar de ser respetados en el mundo entero, no consiguieron llamar la atención de nuestros funcionarios.  Eva Borla sufrió esa carencia, es cierto que se las arregló para desarrollar su extraordinario don en otras geografías, pero hubiese sido importante, tal vez, aprovechar su exquisita experiencia cuando estaba viva. Desde esta columna recordamos a la artista con respeto y admiración.