Uno se pregunta si lo que está pasando ahora en el mundo proviene del miedo que le tiene el liberalismo a la dictadura, porque esos parecen ser, ni mas ni menos, los motivos que están dando inicio a una guerra entre los liberales del norte y el Irak de Saddam. 

-"Le tienen miedo a la dictadura de los otros -me dice al oído un sirio libanés amigo- porque no hay peor cuña que la del mismo palo". "Ellos llaman "democracia" a la dictadura de ellos y totalitarismo a la dictadura confesada de los antiliberales." 

Y es cierto, mientras la gente permanezca en su juego (en el juego de las libres instituciones) andan contentos porque ganan plata y se aprovechan de los pobres jugando sucio (el zorro libre en el gallinero libre) pero cuando viene algún furioso que se enoja y barre con los dados cargados, no saben que hacer y ponen el grito en el cielo -o en el infierno- como hoy en día y entonces juntan todo lo que tienen para liquidarlo.

Siempre en Yankilandia estuvieron muy ocupados tratando de hacer una ley, constitución, estatuto, declaración jurada o pagaré que ordene y mande no se haga nunca nada contra la "democracia" in secula seculorum,  como si lo que escribe uno en un papel no pudiera venir otro y borrarlo o escribir lo contrario o simplemente hacer lo que hizo Napoleón Bonaparte que se hizo proclamar Emperador sin tocar con un dedo la Constitución "republicana" de Francia.

La tragedia que se avecina es un juego muy caro y peligroso por desgracia. Casi diría que se le puede aplicar el dicho "entre bobos anda el juego" (si entre los bobos no anduvieran también los malandras).  Todo aquel que tenga dos dedos de frente sabe perfectamente que el régimen que encabeza Bush es de suyo dictatorial siempre (por lo menos hacia fuera) y que por más dictadura salvadora que nos quieran vender es igual en género, número y caso que todas las otras dictaduras con la única diferencia de que es enmascarada; o si me pasan la palabra, hipócrita.

Los gringos del norte están haciendo como siempre hicieron: lo que se les antojó y sobre todo si es malo para los otros y bueno para ellos. Y no siempre atropellando las leyes y los organismos internacionales (como ahora), porque resulta que las leyes también las hacen ellos.    

Ahora en nombre de la libertad, en nombre de los derechos humanos y en nombre de lo que no tiene nombre (ni vergüenza) los paladines de la democracia llevan su furia a la tierra de los iraquíes. Tirarán tres mil bombas sobre un pueblo pobre e indefenso para salvarlo -dicen- del tirano cruel y salvaje. Tres mil bombas, 300 mil soldados, aviones, barcos... Eso quieren los norteamericanos dicen las encuestas, la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo con la invasión, con la masacre, con la guerra, con la sangre. Eso prueban las estadísticas.

(Lo que no dicen es que, entre ellos, las estadísticas, por la cual quieren justificar la matanza de miles de inocentes, seguramente las hacen los criminales.)