Los registros del Programa Provincial de Control de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y Sida de la provincia confirman que en Santa Fe hay 6.700 casos detectados de VIH desde el comienzo de la epidemia en los 80´. Pero, en realidad, se estima que los portadores son más de 13.000. "Es que la mitad de los infectados no sabe que es portador del virus", explica Raúl Bortolozzi, director del programa.

A diferencia de lo que sucedía en los primeros años del Sida, ahora más del 90% de los contagios se produce a través de las relaciones sexuales, con un claro protagonismo de las parejas heterosexuales. Se calcula que en la Argentina hay 130.000 personas que portan el virus del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).

El Ministerio de Salud asegura que la epidemia "está estabilizada" en en el país, a raíz de la disminución de la mortalidad y la reducción de la transmisión vertical. Pero hay varias cuestiones que preocupan a los especialistas.

La violencia de género contribuye al crecimiento de la enfermedad. "En los sectores más vulnerables, muchos contagios se producen porque las mujeres no pueden decidir el uso de preservativos", asegura Bortolozzi en diálogo con El Litoral. Esta misma situación también agrava los riesgos que corren las trabajadoras sexuales.

En la provincia se está acortando la brecha entre los casos que se registran entre mujeres y hombres. "Al comienzo de la enfermedad, cada 14 hombres infectados había sólo una mujer, ahora, en cambio, la relación es de 2 a 1", precisa Bortolozzi.

En en el mundo, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la gran mayoría de las personas de 15 a 24 años de edad que están infectadas por el VIH (el 64%) son mujeres. La tasa es incluso mayor en el África subsahariana, donde las chicas y las mujeres jóvenes representan hasta el 71% de los jóvenes infectados por el VIH; y ello se debe en esencia a que las estrategias de prevención no llegan a ellas.

En la Argentina preocupa el crecimiento de la enfermedad entre las personas de más de 45 años, que ya representan el 20% de los nuevos contagios, según el Informe sobre VIH que presentó la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.

La transmisión de la enfermedad por el uso compartido de material inyectable para el consumo de drogas continúa en descenso, sostuvo el reporte, y afecta al 7% de este sector.

El miedo contagia

En Santa Fe, los prejuicios asociados a la enfermedad siguen complicando la detección de nuevos casos y complican la asistencia a los enfermos y portadores. Los integrantes del Subcomité de VIH/Sida del hospital Iturraspe le reconocieron a la revista Nosotros de El Litoral que hay pacientes que discontinúan sus tratamientos porque quieren ocultar o negar la enfermedad.

El miedo a la estigmatización social es una de las principales dificultades para frenar al virus. "Las personas infectadas, por miedo al desprecio, al juicio inevitable y a la soledad, ocultan su diagnóstico a su familia, a sus amigos y a sus parejas. Esta situación, aunque muchas veces involuntaria, expone a los contactos sin protección o con protección parcial en las relaciones sexuales a contraer la enfermedad", advierte la Dra. Laura Trosch, integrante el Subcomité de VIH/Sida del hospital Iturraspe.

En realidad, la reacción debería ser la misma que cuando se diagnostica cualquier otra enfermedad. "Imaginemos lo diferente que sería -plantea Trosch- si cuando un portador se entera que está infectado y lo cuenta, sus compañeros de trabajo lo llaman para preguntarle si necesita algo, su familia se preocupa y sus amigos se acercan aún más ante esta angustiante situación. La realidad dista mucho de esto".

El día en el que todos los portadores de VIH pueden hablar con franqueza sobre su enfermedad, sin temor a los prejuicios y a la discriminación, se habrá dado un gigantesco paso en la lucha contra el sida.

La epidemia a nivel mundial

Los avances científicos para combatir el VIH/sida alcanzaron en el último tiempo efectos trascendentales para mejorar la calidad de vida, disminuir la mortalidad y prevenir complicaciones, pero la dificultad de acceso a los tratamientos y la falta de diagnóstico siguen siendo problemas centrales que afectan a gran parte de la población que padece la enfermedad a nivel mundial.

El informe más reciente de la OMS, el Unicef y Onusida (Reporte global sobre VIH/sida) reconoce que en los países de ingresos bajos y medianos, más de la mitad de las personas que necesitan el tratamiento con antirretrovíricos sigue sin tener acceso a él. El reporte destaca, además, que el 47 % de las personas que viven con VIH/sida en todo el mundo tiene tratamiento y que las nuevas infecciones por VIH se redujeron en un 21 % desde 1997.


130.000 personas son portadoras del VIH en la Argentina. De las 43.000 personas que reciben tratamiento antirretroviral gratuito, el 69 % es provisto por el Estado

70 por ciento de los portadores reside en la provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe y Córdoba.

60 millones de personas contrajeron la infección en todo el mundo desde el comienzo de la epidemia, según cifras de Onusida, de las cuales 30 millones murieron a causa de afecciones relacionadas con el sida.