Todo lo prometido está en veremos. Como hace 4 años cualquier cosa que -supuestamente- se hará en el futuro queda condicionada por algún hecho que no depende del gobierno Meiners. "Yo no tengo la culpa si no se hace porque no me dan lo que necesito para hacerlo" parece ser la consigna. Prometió obras hace cuatro años y no hizo nada. Solo hizo lo que estaba obligado a hacer porque la Nación o la Provincia (que habían mandado la plata) se lo exigían.

Una participación secundaria, tibia, casi a desgano, que después redundaba en apariciones públicas adjudicándose la totalidad de la obra que concretaron otros en un 99%.  Ahí estaba la señora cuando se inauguró el asfalto de la calle Simon de Iriondo, haciéndose aclamar por un grupo de vecinos, "gracias Ana" decía un lastimoso cartel, ante el asombro del Gobernador allí presente. Allí estaba sacando pecho cuando los funcionarios provinciales inauguraban Centros de Salud y allí estará cuando se corte la cinta de la Defensa Oeste y, estará, cuando haya que inaugurar cualquier cosa, porque a este gobierno le gustan las inauguraciones y no las obras. "Las obras que las hagan los otros, nosotros estamos para inaugurar, dicen Ana y sus amigos, incluso somos capaces de inaugurar sin hacer la obra, porque, para nosotros, lo importante es la inauguración y no la obra..."

La desorientación de este grupo que gobierna la ciudad es tal que ha llegado a la parálisis. Han perdido los puntos cardinales y por lo tanto han optado por sentarse al costado del camino esperando que algún samaritano los socorra. Mientras tanto hacen lo que saben, le echan la culpa a los radicales. Igual que hace 4 años. "Los radicales no nos dejan gobernar por envidia, somos víctimas de los radicales, no hacemos nada por culpa de los radicales...". ¿Y qué es lo que quiere Meiners para hacer algo? Quiere que la habiliten con el doble o el triple de la plata que se necesita para hacer ese algo. Si tapar un pozo sale diez pesos, ella quiere cincuenta, por las dudas ¿vio?, no vaya a ser cosa que después falte. ¿Y cómo hace usted señora para tapar el pozo que sale tan caro? "¡Ah, nosotros, se lo damos a tapar a una empresa especializada en tapar pozos, para que gane la empresa, ganemos nosotros y los empleados municipales sigan rascándose el pupo!"

Nadie que tenga dos dedos de frente o "piense en la ciudad" como se pregona hoy en día, puede estar ajeno a esta realidad. Meiners no sabe qué hacer, todo lo que lo que dice emprender es papel pintado. No hay parque industrial, no hay 5000 lotes para abaratar el costo de la tierra, no hay asfalto, no hay ripio, no hay limpieza, no hay nada. Los esperancinos tenemos la costumbre de desentendernos de lo que pasa en la Municipalidad, de hecho lo hicimos durante años, pero esta vez, Dios no lo permita, parece que la inundación de "metidas de pata", la porfía por sentarse a mirar pasar la vida sin hacer nada, nos mojará las patas y nos obligará a tomar cartas en el asunto.