En la fundación RD se pudo ver, con motivo del aniversario de la institución, un espectáculo de notable belleza.

En la calle, frente a la sede de la calle 25 de Mayo, la intención estética de los responsables quedó a la vista y, con profunda satisfacción, debemos decir que no es algo más, algo del montón, en la ciudad en la que hoy estos trabajos brillan por su ausencia, por el contrario, acá se está trabajando en serio.

Claro que estas cosas dejan al desnudo otras no tan santas, como, por ejemplo, el estado ausente y, para colmo, ausente en todo, tanto en apoyo concreto como en la sintonía necesaria para valorar estas tareas que los privados encaran para llenar el vacìo cultural que el mismo estado ha provocado.